Las 5 Fases De Mi Plan

1.- Encuentro

– Un menú de carne sin carne, por favor–. Ordenó intentando ignorar las miradas de los de alrededor.

"¿Otra vez solo?", "¿Ese quién es?", "Su apellido era... Tesugi creo", "Tonta, es el mejor estudiante del instituto ¿Cómo no lo conoces", etcétera, etcétera, etcétera.

Al final resultaba difícil decir si era popular o un completo desconocido, pero el hecho era que muchos hablaban de él, al menos por momentos.

Trás caminar por un rato más, Futarou por fin llegó a su mesa preferida, una bastante especial para él, pues a pesar de las molestias y comentarios de sus compañeros, nadie había intentado quitársela aún.

Sin embargo, ese día fue diferente.

Pues una vez su charola de comida entró en contacto con la superficie de la mesa, otra persona hizo exactamente lo mismo.

Algo desconcertado, Futarou miró a quien había intentado usar su preciado sitio.

Sus ojos se encontraron con los de una chica, una pelirroja, francamente hermosa y por lo visto, nueva chica, o eso fue lo que pensó luego de notar un uniforme ajeno a la escuela.

– P-perdón, usaré otro sitio–. Dijo ella luego de cruzar miradas con él.

– Realmente no me...

Sin embargo, ella negó con la cabeza y se retiró de ahí rápidamente.

Futarou optó entonces por olvidarse del asunto y se dispuso a comer con tranquilidad.

Aunque lamentablemente, su comodidad duró muy poco.

Todo debido a que un par de minutos más tarde, aquella chica de cabello carmesí estaba una vez más parada frente a él, con el rostro bastante enrojecido además.

– E-este... Verás, no pude encontrar otro sitio, así que me preguntaba si... ¿Podía sentarme contigo?–. Preguntó ella nerviosamente.

– No tengo problema.

– M-muchas gracias... –. Tomó asiento al frente, sin embargo, no fue capaz de decir ni una sola palabra más.

– …Así que... ¿Vienes de otra
escuela?–. Preguntó el chico intentando sacar tema de conversación.

Aunque se arrepintió de ello después de ver cómo su compañera de almuerzo estaba completamente centrada en su charola de comida.

– A-ah... Perdón, no quise ser grosera, es que... Tengo mucha hambre–. Se disculpó mientras cubría su rostro con ambas manos.

– No te preocupes, lamento haberte interrumpido–. Futarou apreció por unos momentos el contenido de la charola de su compañera, y no pudo evitar notar que todo sumaba una absurda cantidad de efectivo.

Se ve que tiene dinero...

– No, es mi culpa, bueno, a decir verdad, si, yo vengo de... –. Sin embargo, sus palabras fueron interrumpidas por la mano del pelinegro que puso al frente de ella.

– Está bien, ya hablaremos si tenemos oportunidad.

Así fue como pasó el rato, y luego de que la chica terminará de comer, se dispuso a hablar, totalmente centrada está vez.

– Me llamo Nakano Itsuki, es un placer–. Se presentó educadamente.

– Uesugi Futarou, el gusto es mío.

– Bueno, respondiendo a tu anterior pregunta, si, fui transferida–. Explicó afablemente.

– Es inusual ver estudiantes transferidos en esta época, debe haber sido complicado...

– Un poco, pero está bien, fue nuestra decisión después de todo–. Se perdió un poco en sus pensamientos.

– ¿Nuestra...?

– O-olvídalo, no es nada.

– Entiendo... Puede ser difícil, pero te deseo buena suerte–. El pelinegro se levantó de la mesa.
– Como sea, fue un gusto, pero hay algo que debo hacer antes de que termine la hora del almuerzo, nos vemos.

– E-espera... Uesugi kun–. Lo llamó una vez más.
– Se te olvida esto... –. Informó mostrándole su examen que había dejado sobre la mesa.

Aunque antes de entregarlo, la chica alcanzó a ver la calificación, eran 100 puntos.

– Gracias–. Lo tomó y emprendió retirada una vez más.

– O-oye–. Interrumpió el escape de Futarou por segunda vez.
– Verás, yo... No soy muy buena en los estudios, y no pude evitar ver tu examen, por lo que... ¿Podrías ayudarme a estudiar?–. Preguntó tocando las yemas de sus dedos índice rítmicamente.

Futarou se lo pensó un poco mientras analizaba de pies a cabeza a la chica.

– ... Está bien, quedaré contigo para hablar de ello después–. Respondió logrando que la chica le sonriera con alegría.

Luego de aquello, se fue en dirección al techo de la escuela, una vez ahí, seleccionó un contacto de su teléfono y esperó a que atendieran la línea.

– Diga–. Atendió una voz bastante ronca

– ¿Qué necesitas, viejo?–. Hizo alusión al mensaje que le había llegado hace un par de minutos.

– ¿Estás bien?

– Si.

– Intenta tomar las cosas con calma–. Se notaba bastante la preocupación en su voz.
– Escucha, me comunique recientemente con un viejo conocido… y gracias a él te acabo de conseguir un excelente trabajo.

>>>

Futarou se encontraba ahora en su escritorio del aula de clase, totalmente sumido en sus pensamientos debido a la falta de información sobre su nuevo empleo.

Por otro lado, al menos la descripción de su viejo había sido bastante dinámica; "Debes darle clases a una chica; misma edad que tú, ojos azul claro y apellido Nakano".

Todas y cada una de esas descripciones encajaban a la perfección con cierto personaje que se estaba presentando al resto de la clase justo en ese momento.

– Mucho gusto, mi nombre es Nakano Itsuki–. Dijo con una reverencia.

Bueno, debe ser ella, ¿Cuántas Nakano podría haber con las mismas descripciones?