AUNQUE PUEDAS VERME -LIEAN #2 (TERMINADA)

♡CAPITULO 15♡ MARATÓN 3/7

MARATÓN 3/7...

—Libardo, por favor... —escuché la voz de Jean suplicante y cerré mis ojos con fuerza.  

¿Cómo podía ser tan insistente?, ¿Cómo podía yo soportar estar de éste lado de la puerta cuando él estaba del otro lado?...  

—Jean... —susurré suplicante. 

—Hablaré de todos modos —dijo, en voz baja y ronca.  

Yo apreté mis párpados con fuerza, intentando tranquilizarme. Intentando ser completamente racional y no dejarme llevar por la revolución de sentimientos que se estaba llevando a cabo dentro de mi pecho.  

—Yo... —el silencio me hizo creer que se había arrepentido y que se daría por vencido; y sentí el pánico creciendo dentro de mi pecho. —. No recuerdo nada de lo que pasó la noche que nosotros... —su voz ronca se quebró un momento y continuó—, hicimos el amor. ¿Puedes imaginar lo que fue despertar por la mañana, desnudo, acurrucado junto a el chico que me había prestado el libro más cruel que he leído en mi vida?, ¿Puedes imaginar lo mierda que me sentí?, no te imaginas cómo de imbécil me sentía. Es por eso que no pude quedarme. No tenía el valor de mirar a la cara a aquel niño de sonrisa bonita llamado "Lucas" supuestamente, y decirle que esa noche solo habia sido un error porque yo estaba enamorado de tí, no queria volver a ser como fuí en el pasado, aquel chico que se acuesta con cualquier persona para luego mandarlos a la mierda, por eso me fuí, no tuve el valor de quedarme, si yo tan solo hubiese recordado que eras tú esto no ubiese pasado, te juro que no recuerdo nada, absolutamente nada, yo crei que eras Lucas, maldita sea Libardo....- dijo con su vos un poco quebrada.

Tomé aire profundamente. No recordaba nada. No recordaba quién era yo. No recordaba todo lo que me había contado y todo lo que yo le había contado a él. Eso explicaba el hecho de que no me hubiera llamado, o no hubiera estado por la mañana.  

Me sentí un poco aliviado. El hecho de creer que Jean me había mandado a la mierda aún sabiendo quién era yo; aún habiéndome dicho una y mil veces que me amaba justo una noche anterior, era insoportable y, de cierta forma, saber que no recordaba, me daba algo de alivio.  

Jean volvio a hablar..

—Entonces, cuando te vi en la fiesta, supe que no podía postergar más el momento. Iba a tener que ser el imbécil que odiaba ser. Iba a tener que rechazarte, porque yo aún creia que eras Lucas! Entonces, llegaron todos y querían hacerme beber alcohól y... Brianda puso su ropa interior en mi mano y yo sólo... Lo vi como una manera de salir de la situación. No quería beber. Mucho menos después de lo que había hecho una noche anterior y... La seguí. Pero, te juro... ¡Te juro!, que yo no quería hacer nada con ella. Nunca. Yo sólo..solo lo tome como una forma de librarme de beber alcohol, pero no iba a hacer absoluatamente nada con Brianda, solo entregarle su ropa interior. —un suspiro entrecortado lo interrumpió. 
 
Lágrimas pesadas inundaban mis ojos, pero no me atreví a dejarlas caer. No me atreví a quebrarme. Quería creer en él. Quería creer en lo que él me decía, pero no podía. No en ese momento. No cuando todo se sentía tan horrible.  Yo estaba roto, partido en mil pedazos.

—Jean, por favor, vete... —pedí con un hilo de voz. 

El silencio que le siguió a mis palabras fue tan doloroso que, por un momento, creí que terminaría por quebrarme y abriría esa puerta para encararlo. 

—¿Y-Ya no quieres estar conmigo? —tartamudeó él, con la voz enronquecida. 

Yo apreté los puños con fuerza.

—N-No, Jean. —dije, porque era cierto. En ese momento, no quería estar con él, y no sabía si más delante lo querría. 

—Bien —respondió con la voz temblorosa y enronquecida.—. Lamento haber venido a importunar. Buenas tardes.