♡CAPITULO 32♡

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Todo era un borrón indescriptible.

Todo parecía lejano. Todo parecía un sueño. Una horrible pesadilla. 

Miraba el paisaje sin mirar nada y Jean sostenía mi mano mientras conducía el jeep a mitad de la noche.

Naim y Darian venían en el asiento trasero del Jeep, adormilados y confundidos. 

Mi mano estaba sobre la palanca de velocidades y Jean tenía su mano puesta sobre la mía, con la mirada fija en el camino, pero todo el cuerpo en tensión. 

Yo había entrado en una especie de shock. Un estado de adormecimiento que no me dejaba quebrarme. Que no me permitía romper a llorar en ese momento, a pesar de querer hacerlo.
 
Jean era el único que podía mantenerme completo. 

Ni siquiera fui consciente de cuánto tiempo había transcurrido hasta que comencé a ver el sol saliendo mientras entrábamos a la ciudad. 

-Ya casi estamos ahí, bebé -susurró Jean, besando mi mejilla en un alto y cerré mis ojos ante el cálido contacto. 

Quería ver a mi mamá. Quería saber qué demonios había pasado.

Necesitaba una explicación.
Necesitaba saberlo o iba a volverme loco. 

Jean condujo hasta mi casa y aparcó frente a la puerta principal. Darian y Naim bajaron del auto y yo abrí la puerta, dispuesto a salir.

Jean me detuvo, sosteniendo mi mano con fuerza y me volví para mirarlo. 

-Sabes que estoy aquí, ¿verdad?, sabes que te amo y que estoy aquí contigo, ¿no es así? -el tono de su voz era dulce y urgente. 

Yo asentí y besé su mano suavemente

-T-Te amo -tartamudeé con la voz enronquecida por el dolor que me invadía el pecho, y entonces, soltó mi mano, dejándome ir. 

Me abrí paso hasta la puerta principal y mis manos temblaron mientras buscaba las llaves. 

-Déjame ayudarte -la voz dulce de Jean llegó a mi oído mientras me quitaba mi mochila y rebuscaba en él mis llaves.

Estaba a punto de quebrarme. Estaba a punto de echarme a llorar. 

Jean abrió la puerta principal y yo me precipité al interior. 

Lo primero que vi al entrar a la sala fue a mi madre, sentada en el sillón, a Orson sentado frente a ella y a doña Sandra y a Mae abrazando a mi madre con fuerza.

Orson se puso de pie y abrió la boca para hablar, pero sus ojos se posaron en Jean un par de segundos antes de estirar su mano hacia mí. 

-¿Qué pasó? -susurré, sin moverme ni un milímetro. No quería que nadie me tocara. 

Mi madre escuchó mi voz y la vi intentar recomponerse. Jamás la había visto tan afectada. Jamás la había visto tan vulnerable. ¿Dónde estaba aquella mujer fuerte y decidida que me había criado?, ¿se había ido junto con mi padre?... 

-Libi..-mi mamá se levantó del sillón y se encaminó hacia mí. Tenía el rostro bañado en lágrimas y el moño del cabello alborotado por tanto pasarse las manos por él. 

Su labio inferior temblaba y pude notar cómo intentaba ser fuerte frente a mí.

-¿Qué pasó? -mi voz era un murmullo débil y tembloroso. 

-T-Tu papá... -susurró casi en un sollozo-, fue un accidente. Yo... 
Tomó una inspiración profunda y yo apreté la mandíbula para no ponerme a gritar que necesitaba saber qué había pasado.  -Lo atropellaron -dijo, finalmente. Toda mi sangre fue drenada de mi rostro en el momento en el que escuché las siguientes palabras-: No lo logro, Libi. Él... Él no lo logró. 

Lágrimas pesadas y gruesas se apoderaron de mis ojos y todo mi cuerpo comenzó a temblar. Una horrible sensación de vacío se instaló en mi pecho. Mi papá había muerto. Mi papá se había ido para siempre...

Nunca más iba a besar mis mejillas al llegar de trabajar. Jamás volvería a envolverme entre sus brazos... 

Los brazos de mi madre se enredaron en mi cuerpo y entonces, sucedió... Me rompí. Cada pedazo de mi ser se derrumbó en ese momento.

Sollozos entrecortados brotaban de mis labios mientras balbuceaba cosas sin sentido alguno y lloraba el alma entera. 

Las rodillas me flaquearon pero mi madre me aferró con fuerza, dándome el poco valor que le quedaba, murmurando contra mi oído que todo iba a estar bien; pero yo sabía que nada iba a estar bien. Nada podía estar bien. 

El dolor dentro de mi pecho era insoportable. Nunca había sentido nada parecido. Era como recibir un fuerte golpe en el estómago y quedarte sin aire, y no poder respirar, y no poder moverte...

Era como perder una parte de ti que ni siquiera sabías que tenías hasta ese momento. Era tan desesperante como estar bajo el agua, conteniendo la respiración, esperando que alguien te sacara de ahí y al mismo tiempo saber que nadie iría en tu rescate.

Era como ver caer tu mundo entero y no poder hacer nada para impedirlo. 

Unos brazos se envolvieron a mí alrededor, alejándome de la seguridad de los brazos de mi madre y el perfume familiar me inundó.

No era el perfume que quería oler. No eran los brazos que quería sentir. No era mi madre. No era Jean. 

Orson me abrazaba contra su pecho con fuerza y aferré su camisa en mis puños, intentando no echarme a gritar.

Intentando no correr a los brazos de Jean. Intentando aparentar una fuerza que no tenía. 

Otros brazos me envolvieron por detrás y sentí el calor del cuerpo de Darian envolviéndome con fuerza.

Solté a Orson y me giré para abrazar a mi amiga.

Ella aferró sus delgados brazos a mí alrededor y cepilló mi cabello murmurándome palabras de aliento.

Diciéndome cuánto me amaba, cuán importante era para ella, diciéndome lo mucho que lo sentía y cuánto desearía eliminar mi dolor. Y diciendo que sea fuerte, al igual que Orson tambien me lo habia dicho. *Ser fuerte*

Una mano grande y familiar envolvió  mi muñeca y tiró de mí con suavidad hacia él. Apartandome de todos.

Yo sabía de quién se trataba sin siquiera levantar la cabeza. Me dejé guiar hasta los fuertes brazos abiertos que me recibían, y me aferré a él. Me aferré a Jean como si fuera la única persona en la habitación. Su aroma inundó mis sentidos y me permití llorar con aún más intensidad.

Sus brazos se tensaron en mi cuerpo y el mundo desapareció. Sólo estábamos él y yo. Yo aferrado a él y él aferrado a mí. 

-Si pudiera aliviarlo, lo haría, bebé. Lo haría por ti -susurró a mi oído y me sobrecogió el tono desesperado de su voz. 

-N-No quiero ser fuerte -sollocé contra su pecho, porque era lo que me habían susurrado Orson y Darian hace unos segundos, "Ser fuerte" pero yo no podia ni queria sérlo.

-No tienes por qué ser fuerte, cariño. Yo seré fuerte por los dos -susurró Jean para que sólo yo lo escuchara-. Te amo, Libardo. Te amo. Te amo. Te amo. No lo dudes. No lo olvides. Te amo con todo mi sér.

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HEEEEY TAMOS' DE VUELTAA!!! (okno)

Holaaa♡

Los extrañe aunque solo me haya ido por tres dias😅

Jean y Libi vuelven a vivir juntos en un departamento solos los dos!!!!😍😍 (creo) 😂

Dejen en los comentarios que les pareció el capitulo🤧

Voten si les gusto💖

AUNQUE PUEDAS VERME -LIEAN #2 (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora