Me incliné rápidamente y procedí a dar un escupitajo en el suelo.

─Qué puto asco. ─musité regresando a mi cómoda posición.

Me quedé observando el techo, todo estaba en total silencio hasta que de repente pude sentir unos pasos acercarse desde la distancia. 

Me puse en modo alerta inmediatamente. 

De repente escuché como alguien abría la puerta de la celda así que con mucho cuidado procedí a incorporarme para presenciar de quién se trataba.

─Oh mierda. ─musité en cuanto vi el rostro de Zyad bajo el umbral de la puerta─. Gracias al cielo eres tu. ─mencioné luego de suspirar con tranquilidad.

─Joder, Victoria. ─contestó molesto─. ¿Tienes idea de toda la mierda que ocasionaste? ─añadió.

Me quedé en silencio esperando a que comenzara con el sermón.

─Casi me descubren, por suerte el oficial que te dejó salir no logró reconocerme y las cámaras de la entrada de la prisión estaban apagadas por mantenimiento. ─respondió.

─¿Cómo me encontraron? ─demandé saber.

─Te encontraron en una estación de gas ubicada unos metros antes de atravesar el límite del condado, estabas inconsciente y con un disparo en la pierna, la ambulancia te llevó al hospital y los doctores tuvieron que llamar a la policía, es el protocolo cuando llega un paciente con impactos de bala. ─me explicó.

─¿Y qué ocurrió después? ─pregunté nerviosa.

─¡Secuestraste a Olivia y a su ex y luego mataste al puto jefe de oficiales de máxima seguridad! ─exclamó─. ¡Los guardias van a comerte viva! ─añadió.

─Lo siento, ha sido un accidente. ─respondí.

─Sabes que no fue así, Victoria. ─contestó con el ceño fruncido─. Estuviste tres días en el hospital, te mantuvieron dopada hasta llegar aquí porque dijeron que eras una reclusa peligrosa. ─se explicó.

─¿Cuántos días tendré que estar aquí en aislamiento? ─pregunté.

─Un mes. ─soltó de golpe.

Miré al cielo con frustración.

─Ve el lado positivo, pudieron ser seis meses. ─comentó.

─Al menos Olivia estará bien. ─respondí.

─Victoria...─hizo una pausa─. La policía abrió un caso en tu contra por el homicidio de Jacob, el doble secuestro a mano armada, por amenazar a dos doctoras en el Mark Sloan para que te ayudasen a sacar a Olivia de la habitación y por robarte una camioneta. ─tomó aire─. Te llevarán a juicio a comienzos del próximo año. ─añadió.

Era algo que esperaba así que realmente no me sorprendió. 

─Está bien, me haré responsable de lo que hice. ─resoplé.

Pude verlo llevarse las manos a la cabeza y mirar al cielo con molestia.

─Los medios de comunicación están haciendo un escandalo porque piensan que intentaste asesinar a Olivia, tu foto y los videos de las cámaras de seguridad en donde sacaste a Olivia de la habitación del hospital están en todos los noticieros y portadas de los periódicos. ─tomó aire─. Ellos están recolectando firmas para una apelación que llevarán al juez, buscan que seas sentenciada a pena de muerte. ─finalizó.

Y fue allí cuando sentí mi corazón detenerse por un instante.

En un momento mis pensamientos de libertad desaparecieron de forma fugaz. 

INOCENTE © » 1M8.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora