28| La Oveja & El Lobo.

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Los gritos eran tan fuertes que no podía escuchar siquiera mis propios pensamientos.

─¡Vamos! ─vociferó Victoria─. ¡Golpéame! ─le exclamó a Madison mientras se colocaba los puños frente al rostro. 

Tenía el corazón a mil, no voy a negar que en mi juventud patee uno que otro trasero, sin embargo esto no es el patio de la escuela, es la prisión. Un descuido y ya me habrán ensartado una navaja oxidada a un lado de las costillas. 

─¡Golpéame, perra! ─insistió Victoria. 

Pude ver a la pelinegra clavar ágilmente sus nudillos contra una de las mejillas de Madison, la pelea había comenzado y no estaba dispuesta perder el primer round. 

Automáticamente Skyler y las otras chicas se unieron al rin, una versus una. Quedaba una libre y me tocaba echármela a mi. 

Era de las blancas, tenía el cabello a la cintura y llevaba un paño atado a la cabeza. 

La mujer se acercó a mí con rapidez, intentó darme un puñetazo directo al rostro pero logré esquivarlo. 

La chica me tomó de la cintura y me empotró contra una de las mesas logrando como resultado que callera boca arriba sobre esta.

Tomé impulso con mis piernas y en cuanto pude localizar su rostro le di una patada con fuerza sobre la nariz. 

Pude verla retroceder con la cabeza inclinada hacia atrás, automáticamente la sangre comenzó a brotar por el área. 

Para mi sorpresa simplemente tomó un bocado de oxigeno y escupió un poco de saliva mezclada con sangre. 

Corrió nuevamente en mi dirección y se subió sobre mi en la mesa. Quedó a horcajadas. 

La chica cerró el puño y me regresó el golpe, esta vez fué en el vientre bajo. Hice una mueca de dolor, me había sacado el aire. 

Había visto un video sobre defensa personal, por ende sabía perfectamente qué hacer en este caso. 

Enrollé mis piernas en su cintura y luego la tomé de los hombros. La sangre de su nariz comenzó a gotear sobre mi rostro, fué así como en un rápido movimiento giré su cuerpo logrando que me diera la espalda. Iba a someterla. 

Pasé mi brazo sobre su cuello y comencé a apretar con fuerza, necesitaba cortarle el flujo de aire pero no podía hacerlo con mi cuerpo, necesitaba algo más fuerte. 

Fué así como se me ocurrió una maravillosa idea. 

Le quité el paño que tenía atado en la cabeza y rápidamente lo até a su garganta. Comencé a tirar con fuerza, la chica intentaba soltarse de mi agarre pero mis piernas atadas a su cintura se lo estaban impidiendo. 

Podía sentir cómo la tela me cortaba las manos, pensé por un instante en dejarla ir pero sabía perfectamente que si lo hacía me iría peor. 

Levanté por un segundo la vista y podía ver a Victoria golpeando a la otra mujer, la tenía en cuatro patas sobre una de las mesas mientras que le apretaba la tráquea a Madison con el antebrazo. 

Se veía como una obra de arte. 

Skyler ya tenía a su víctima en el suelo, la mujer a la que golpeaba estaba en posición fetal mientras que la rubia le reventaba el rostro a puñetazos. 

─¡Los guardias! ─se escuchó un grito que rompió las masas de aire. 

De repente todas comenzaron a aglomerarse, no sabía qué debía hacer. 

En cuestión de segundos casi la mitad de las reclusas estaban sobre nosotras, esto para evitar que los oficiales descubrieran lo que estaba pasando. Nos estaban dando tiempo para abandonar la escena. 

INOCENTE © » 1M8.Where stories live. Discover now