Capítulo 14

14 5 1
                                    

Cada vez me cuesta más caer dormida

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Cada vez me cuesta más caer dormida. La cama me resultaba incómoda, y la almohada -en vez de ser mullida- me recordaba a un bloque de cemento.

Bufo frustrada, y asomo un poco mi cabeza. Quizá ver a los demás dormir me incita a imitarlos.

Amos, quien estaba frente a mí, tenía sus facciones completamente relajadas, aunque me resultó un poco extraño no verlo con sus típicos lentes negros enmarcando sus ojos. La última vez que lo había observado descansar -cuando encontré a una plácida Thalía junto a él- los llevaba puestos. Aunque no estaban en la posición que deberían, sino que se encontraban algo torcidos, con la punta derecha rozando su perfilada nariz. Por otro lado, su brazo seguía estando recto detrás de su cabeza; con la única variación que ahora, en vez de las esposas, se encontraba asegurado con un resistente precinto de color negro, el cual le envolvía la muñeca de forma dolorosa, y podría jurar que dejaría marcas incluso peores que las de antes.

Estaba claro que fue una medida para evitar otro ataque sangriento, y puede que piensen que el volverlo más lastimoso para Amos aumentara mi culpabilidad, y por lo tanto desistiera en la locura que creen que poseo. No están tan equivocados, de hecho; pero iba a transformar ese cargo de conciencia en una cólera productiva que me incentive a salir de aquí. A que todos salgamos de aquí.

Estaba determinada a encontrar una solución, e iba a ser complicado causar que me rindiese.

Por primera vez en mucho tiempo, tengo gente que me importa alrededor. No iba a permitir que este estúpido experimento nos destruyese.

Tenía mil preguntas rondándome por la cabeza que me impedían dormir. Una de ellas, era exactamente a quienes engloba ese "todos" cuando me refiero al escape. Estaba claro que contaba con todos mis compañeros de celda, hasta a quienes no los había escuchado hablar. El pensar abandonar a Zev no era opción, por mucho que eso me gustaría. El trato es recibir su ayuda a cambio de libertad, y no pienso romper mi palabra. Claro que él aún no había aceptado, pero creía firmemente que lo haría. Tarde o temprano, las cosas empeorarán; y él no va a desear estar del lado de Coleman cuando todo explote. Estoy segura que secuestrar personas no es lo más grave que la doctora podría llegar a hacer.

Es extraño. Nunca había pensado en esto como un secuestro, cosa que claramente era. Nunca había tenido un puto problema legal en mi vida, y ahora me encontraba aislada en contra de mi voluntad por una banda de maniáticos, quienes se suponen deberían hacer de este un mundo mejor.

Sin embargo, lo que en realidad me atormentaba era Reese. Sé que la doctora dijo que el motivo de su libertad eran sus problemas mentales, pero ¿hasta qué punto eso es cierto? Por mucho que lo piense, eso no tiene el menor sentido. Podría suponer un peligro enorme. ¿Qué les asegura su lealtad? No parece la clase de chico que sigue las normas, ni mucho menos que permanece obediente ante una figura de autoridad. ¿Cuál es el engaño? ¿Cuál es la verdad? ¿Qué secretos faltan desvelar?

Decere (Invisibles fuerzas oscuras)Where stories live. Discover now