Capítulo 27

10 5 2
                                    

La luz matutina empezaba a molestarme

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

La luz matutina empezaba a molestarme. Me había acostumbrado demasiado a la eterna oscuridad que nos rodeaba en el centro, y ahora el mínimo rayo de luz era suficiente para despertarme.

Aunque no quisiera admitirlo -y en serio odio esta afirmación- también me había acostumbrado a la presencia de Amos. No dormíamos siempre juntos, pero sí la gran mayoría de las noches; y se había transformado en una especie de soporte emocional. Usualmente guardaba todo para mí, me encerraba y resguardaba con palabras bruscas y acciones descorteses, pero resulta que con él podía descargarme sin que el miedo a ser insuficiente me embargara. Él me apoyaba, me guiaba, me soportaba; lo que ya era más de lo que cualquiera había hecho por mí.

Sinceramente, no sé que haría sin él.

Debido a esta cercanía que mantuvimos es que me pareció extraño no sentirlo al despertar. Según recordaba, nos habíamos quedado hasta tarde hablando de nimiedades, por lo que esperaba que estuviese a mi lado al abrir los ojos.

Luego de unos segundos procesando la información -no era exactamente una persona madrugadora-, un dato que había pasado por alto me golpeó con fuerza.

Amos era sonámbulo.

Un sonámbulo que me había olvidado de mantener en su bolsa de dormir y que ahora mismo podría estar perdido por el bosque y haciendo quién sabe qué. Mierda. Soy una estúpida.

Me levanto, y doy una vista rápida a todo el lugar. En cuanto encuentre a ese idiota voy a golpearlo muy fuerte por no haberme recordado su sonambulismo, por más de que no fuera exactamente su culpa. Debía descargar mi frustración en alguien y él era la persona adecuada.

No lo veía por ningún lado, por lo que con un suspiro de frustración decido avisarles a los demás lo que estaba sucediendo. Me sorprende que Zev no esté despierto, de hecho. Siempre es el primero en estar listo y hacer ruidos molestos mientras el resto intenta dormir, pero es cierto que estos últimos días estuvo durmiendo más de lo normal. Mejor para mí, supongo.

No pude evitar reír al pasar junto a Reese. El sociópata dormía con una tranquilidad que seguramente no merecía, pero al parecer nada lo perturbaba en sueños. Es un hijo de puta con suerte.

—Ey, chicos —grito. No estaba de humor para palabras suaves y un despertar delicado.

—¿Qué sucede? —murmura Amara, aunque no abre los ojos para responder. Sé que ayer fue una noche difícil, y todos deben estar muy cansados tanto mental como físicamente.

—Amos se fue, creo que está en modo sonámbulo o algo —explico. Por el rabillo del ojo puedo ver que Beau está comenzando a desperezarse, es el único que tomó iniciativa.

—Entonces ve y busca a tu amorcito, rubia; pero no jodas el sueño de los demás. —Estaba claro que tampoco deseaba la ayuda de Reese, pero al parecer todos coinciden con sus palabras.

Decere (Invisibles fuerzas oscuras)Where stories live. Discover now