Capítulo 15

1.3K 122 31
                                    

[Gerard]

Los días en los que tuve que ir por la pequeña hermana de Frank fueron realmente agradables, me sentía bien de que ella me haya tomado cariño, algo que, ciertamente, no esperaba. Nunca había cuidado niños pequeños, a excepción de cuando estaba Mikey conmigo hace años. Pero eso ya había sido mucho tiempo.

De todas formas, no me sentía tan solo cuando iba por ella a su escuela, ella me preguntaba cualquier tipo de cosas, lo cual a veces llegaba a incomodarme, pero de igual manera le respondía.

-Tío Gee, ¿piensas que los unicornios son reales? -Preguntó con un pequeño brillo en sus ojos. Yo solté una pequeña risa, y asentí mientras seguíamos caminando. Yo tomado de la mano derecha con ella.

-Sí

-Tio Gee, ¿qué piensas sobre papá Frankie?

A veces me sorprendía como sus inocentes preguntas podían llegar a sonrojarme tanto. Voltee a verla y ella solo seguía viendo hacia al frente con una sonrisa en su rostro. Sus coletas se movían hacia los lados al momento en que daba pasos.
Habíamos llegado a su casa, pero aun no contestaba su pregunta. Ni siquiera me había preguntado aquello antes ¿Qué es lo que pienso sobre él? Le admiro, es una de las personas de las que no me arrepiento de haber conocido. Me gusta, además de lo que siento por él, tampoco me había puesto a pensar en lo físico. Frank es una persona sumamente atractiva, su piel era suave al igual que sus labios, sus ojos grandes y cejas perfectamente delineadas. Su estatura era algo baja, pero eso no le afectaba en nada.
El pensar en su cuerpo me hizo aparecer otro tipo de imagenes en mi cabeza, y antes de que me diese cuenta ya estaba sonrojado.
De inmediato deje de pensar en aquello para poder responderle a la pequeña.

-Creo que es una de las mejores personas que he conocido. -Ella volteo a verme, esperando a que yo dijera algo más- y me siento orgulloso de él.

Decidí abrir la puerta antes de que me preguntara otra cosa con la que pudiese sonrojarme. Deje su mochila sobre el sofá y ella fue a su habitación a cambiarse el uniforme. Yo todavia tenia que quedarme unos cuantos minutos más hasta que su madre llegara a casa, poco importaba, ya que después de todo nunca hacía nada en todo el día.

*

Ahora me encontraba terminando de guardar las pocas cosas que me quedaban, en su mayoría eran discos y pinturas, por lo cual mi carga no sería muy pesada. Escuché como se abrió y volvió a cerrar la puerta de la entrada, se suponía que mi tío no llegaría hasta en la noche, cuando yo ya no estaría aquí, pero por alguna razón, la cual desconozco, ha llegado temprano.

Frank ha prometido ayudarme a llevar mis cosas al nuevo departamento, que a partir de unas cuantas horas, será el lugar donde viviré, tal vez por el momento.

Una vez terminé de hacer todo, baje por si él había venido por algo en particular con lo que yo pueda ''ayudarle'' aunque sea sólo por hipocresía. Aunque la verdad, dudaba en que el quisiera que yo le ayudara en algo.

Él estaba sentado en el sofá, con un cigarrillo en la mano izquierda, con un semblante un tanto enojado.

-¿Pasó algo? -Me arriesgué a preguntar, aún sabiendo que podía llevarme unos golpes en mi rostro por pregunton.

-Ese chico... Frank, ¿es tu amigo? -Preguntó el mientras le daba una calada a su cigarro. Se acomodó mejor en el sofá recargando la cabeza en este. ¿Amigo? no lo sé, ni siquiera se que somos justo ahora, pero si no quería tener hematomas en mi cuerpo tendría que mentir- Contesta rápido, no tengo tu tiempo.

-Sí , es mi amigo.

Levantó la cabeza, dirigiendo su vista hacia mi. Tenía una expresión un poco más tranquila, pero aun asi yo sabía que algo iba a pasar.

Mi Héroe (Frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora