Capítulo 2

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Mi mente se concentraba en hacer trazos, como cualquier viernes por la tarde.

Nunca hacía nada además de estar encerrado en casa, de vez en cuando salía a comprar cómics, discos, etc. Pero nada más.

Y hoy, eso sería lo que haría, después de todo, tiempo es lo que me sobra.

Mi tío no se encontraba en casa, estaba siempre metido en sus ‘’negocitos’’ los cuales me tenían algo preocupado ya que jamás me quiso decir en qué trabajaba, y con el sueldo que le daban debía ser algo ilegal, a menos que amara trabajar mucho lo cual creo que es ilógico.

Antes de salir, tomé mi chaqueta y me dispuse a salir de la casa a la que nunca podría llamar hogar.

Si tan solo yo me hubiera muerto años atrás todo sería mejor, estaría junto con mi familia y ya no habría problemas.

Ya no habría dolores de cabeza.

Ya no habría días en los que me deprima.

Ya no habría gente idiota que me tratara como si fuese un animal.

Aunque debo admitir que hasta a los animales los tratan mejor que a mí.

Mis días se resumían en sólo pensar en eso, pero no era tan cobarde para quitarme la vida. Si quería llegar a ser un alguien debía demostrarlo y gritarles en la cara a todos los que dudaron de mí que yo pude, y voy a poder.

Después de tanto estar pensando, sin que me diera cuenta ya había llegado a la tienda de música.

Para mi suerte un viejo compañero del instituto trabajaba en ese lugar, cada vez que venía platicábamos, claro siempre y cuando cumpliera con su trabajo.

-Hey –Le dije en forma de saludo- ¿Qué hay, Ray?

-Hola Gerard, todo bien ¿tú? –No había un solo día que encontraba a este tipo tan alegre

-Igual de siempre- respondí sin ánimos

Negó con la cabeza en señal de descontento.

-Hey, ¿Te parece si hoy comenzamos con lo de tocar? –Si a este chico le pagaran por su entusiasmo seguramente sería millonario – Y claro, tú cantas muy bien así que… -me invitó a terminar con la frase

-Claro, de todos modos no tengo nada mejor que hacer –me detuve a pensar un segundo- espera… se supone que tienes turno completo hoy

-Ya no, ahora sólo trabajo medio turno, un enano nuevo ocupará el otro así que no hay problema. Además –miró su reloj- no falta mucho, llegaste en buena hora. Si quieres puedes esperarme en el estudio acústico.

Asentí.

Me pasé un bueno rato tocando la guitarra aunque no era nada bueno en ella, era terrible.

El que si es bueno es Ray, él es asombroso con la guitarra y con cualquier otro instrumento que decida tocar.

-¡Tocas horrible! –gritó desde la puerta

-Sí, gracias Ray, yo también pienso eres asombroso- me reí

-Estaba bromeando, anda el nuevo ya llegó así que vámonos- dijo por última vez para después salir del estudio- oye tú, te toca cerrar y por favor no tomes dinero de más de la caja.

El otro chico asintió.

Por un segundo se me hizo conocido, pero no lo veía muy bien ya que estaba de espaldas haciendo no sé qué apuntes en una libreta.

Sólo podía notar sus tatuajes en los brazos y su cabello con un corte un tanto extraño. Aunque después supuse que sólo era mi imaginación, no conozco esa persona.

Mi Héroe (Frerard)Where stories live. Discover now