Mi Héroe (Frerard)

Capítulo 8

Me arrepiento de hacer lo que hice aunque no supiera que fue. ¿Acaso también era bipolar? Vaya sujeto.

Me la paso por la vida cometiendo errores y no me doy cuenta de ellos muchas veces y eso... ¡Es molesto! Quisiera poder remediarlos pero no sé cómo o simplemente no puedo.

Pasaron algunas horas y ya podía levantarme, pero no podía caminar muy bien que digamos. Salí de la habitación para buscar a la señora, que por cierto no me dijo como se llamaba, para darle las gracias por haberme recibido en su casa sin siquiera conocerme, y más que todo a Frank, pero estoy seguro que él no quiere ni verme.

Mientras la buscaba mire a una niña pequeña como entre 6 o 7 años mirando la tv, y cuando me vio me sonrió como si me conociera de toda la vida. Dio dos palmaditas en el sofá en señal de que me sentara a su lado, me acerqué a ella pero al sentarme sentí un dolor horrible en todo el cuerpo y me quejé, pero al fin el dolor pasó después de unos segundos.

-Hola, soy la hermana de Frankie, ¿te sientes un poquito mejor? -Preguntó la pequeña niña. Sus coletas y sus ojitos brillando le hacían lucir demasiado tierna. -Frankie me contó sobre ti

-¿Ah sí? -traté de responderle lo más feliz que pude- ¿Qué fue lo que te dijo?

-Está enojado contigo -puso sus pequeñas manos en mis mejillas y hablo más bajito- a él no le gusta que te hagas daño, Gee.

''Gee'' hace mucho nadie me llamaba así, no desde que perdí a Mikey, pero no iba a deprimirme ahora así que trate de evitar los recuerdos.

Entonces por eso Frank se le quedo viendo a mis brazos, por eso se enojo conmigo. Estúpido Gerard.

-No quiero que mi hermano mayor esté triste, por favor hacelo saber, que ya no te harás daño - Dijo con su dulce voz haciendo un pequeño puchero en su labio inferior.

-No creo que quiera verme ahora, y sí lo siento, pero ahora solo quiero darle las gracias a tu mamá por ayudarme e irme, pequeña.- Bajó la cabeza y asintió- ¿Cuál es tu nombre, princesa?

-Cate, pero puedes decirme Cat porque me caes muy bien, ¿vendrás a visitarme algún día?

-Por supuesto

Me sonrió e hizo su pequeño intento por ayudarme a levantarme para que ''no me doliera tanto'' aunque fue inútil porque me dolió más que cuando me senté. Y al parecer como me dijo después Cate, su mamá no estaba, pero no podía quedarme más tiempo aquí, así que tendré que agradecerle a Frank, aunque no supiera como.

Le pregunté a la pequeña donde se encontraba él y dijo que estaba afuera de la casa, que cuando el quiere estar sólo sale al jardín de enfrente y se queda ahí por unas horas, pero de tan solo verla a ella imagino que es él. El parecido entre los dos es enorme, como si fuesen gemelos, pero claro que Cate es mujer. El mismo color de ojos, mismas facciones, el color del cabello.

Todo.

Le di un beso en la frente despidiéndome de ella y salí de la casa. Efectivamente Frank se encontraba sentado en el césped, con la cabeza entre las rodillas, supuse que estaba llorando.

Me acerque lentamente a él y me senté a su lado, y claro, me dolió.

-Frank... -no me contestaba. Me estaba ignorando y odiaba eso- Frank...- le llame por segunda vez tocando su hombro pero nada. - Mírame por favor

Me desespere. Odio cuando las personas me ignoran.

Tome sus hombros e hice que volteara a verme, sus ojos estaban rojos e hinchados, pero había parado de llorar. Me sentí como un idiota, porque eso es lo único que soy, un idiota.

Era mi culpa por el cual el estaba así y no lo soportaba.

-Perdóname yo...-suspire- tuve que hacerlo, no quería sentir mas dolor asi que solo lo hice, jamás pensé que a alguien le importaría tanto, porque no valgo la pena...-dije sin más.

Entonces él apretó los puños y frunció el entrecejo, y una vez mas se habia enojado y por algo que no sabía que dije.

Un segundo despues senti mi mejilla arder, lleve mi mano a ella preguntándome por qué lo había hecho. El acaba de golpearme.

-¿Es lo que me merezco cierto? -le dije aun sobandome la mejilla, entonces volvió a darme otra bofetada. -¿Por qué no terminas de una vez de hacer lo que vayas a hacer? -Y otra más se hizo presente.

Voltee a verlo y lágrimas rodaban por sus mejillas una vez más, su cara estaba roja, no sé si por enojo o por tanto llorar, pero lo que me sorprendió después fue que no pude decir nada más.

Me había callado.

Pero no con otro golpe.

Si no con sus labios.

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Hola! lamento haber tardado pero los maestros no tienen compasión de mí.

Esta vez PROMETO Y LES JURO no tardar en subir otro capítulo.

Otra cosa, MUCHAS GRACIAS a todos los que están leyendo mi fic, ya hay más de 1K de vistos y en verdad eso me pone realmente feliz, gracias también a las que comentan, si leo sus comentarios pero a veces olvido contestar ❤ corazones gays para todos y espero que les guste, tratare de hacerlo más largo a la próxima.