Mi Héroe (Frerard)

Capítulo 17

No me moví. No porque no quisiera, sino porque aún no podía procesar bien sus palabras.
Dejé la libreta donde anotaba las cuentas de cada dia, y Ray me veía mientras lo hacía, con una expresión sorprendida en su rostro, por lo lento y la forma desinteresada en que yo me movía. No me había dado por vencido, pero había algo que hacía que me costara creerle.
¿Cansado? Tal vez esa era la palabra que buscaba y con la que tal vez me describía ahora mismo. Tan solo necesitaba un descanso de todo esto, de dejar de preocuparme por los demás y empezar a preocuparme de mi mismo, porque eso era lo que me hacia falta hacer.

-¿Frank, te sientes bien? - Preguntó mientras se acercaba a mi. Yo asentí no muy seguro de mi respuesta.

En estos dias habia dejado de preocuparme tanto por aquel asunto, pero lo seguía haciendo, por ello ahora me sentía un poco mejor. Ahora que ha vuelto a sacar de aquel asunto, sentí esa misma preocupación de antes y un terrible dolor en mi cabeza apareció.
Decidí sentarme en una de las sillas del local, necesitaba relajarme. Me sentia debil, tanto emocional como físicamente. Me lleve mi mano derecha hacia mi frente, tratando de encontrar alguna parte fría y el dolor se fuera.

La luz se volvía opaca y después de unos segundos no era visible para mis ojos.

[Gerard]

Los brazos me dolían, mi cara nuevamente estaba llena de golpes y no podía caminar correctamente.
Ahora vivía solo, sin nadie que me amenazara o me mandara.
Pero me sentía peor que nunca, no había nadie con quien pudiese compartir palabras o con quien pasar algo de tiempo para que los días no me parezcan tan aburridos.

¿Por qué lo hice?

Acabo de perder a otra persona que era importante para mi vida y ahora no se nada de ella, pero si lo hice fue porque tenía miedo, miedo de que le pasara algo estando a mi lado, y la verdad no queria que más cosas pasaran y todo por mi culpa.

Mi tio me obligo a decirle que no lo queria ver mas, o si no, el mismo se encargaría de hacer de su vida un total infierno, casi tanto como la mía.
No permitiría que eso pasara así que por eso decidí hacerlo, y por lo menos, uno de los dos estaba mejor ahora.

¿Qué hacía ahora? Comencé a trabajar desde hace unas pocas semanas, de mesero en un café que quedaba a pocos minutos de aquí, por lo tanto no tenía que tomar un taxi o comprar un auto. No necesitaba el dinero, no aún, porque me había quedado algo como para estar bien por unos meses, pero supongo que entre más temprano lo haga no tendré que frustrarme después por si algo me falta.
Mi casa es algo pequeña, pero espaciosa, el lugar perfecto solo para una persona.

-Lleva esto a la mesa 4 por favor. -Me dijo Sharlyn, otra mesera que trabajaba aquí. Fue amable desde que la conocí, su cabello castaño le llegaba por debajo de los hombros, era un poco más baja de estatura que yo, y sus ojos eran cafés oscuro.

Asentí de inmediato tomando el plato con dos cafés en el.
Mesa #4, en ella estaba un hombre un tanto extraño, como esos que solo aparecen en películas; lentes oscuros, un sombrero, y un enorme abrigo. ¿Acaso no le daría calor?

-¿Necesita algo más? -pregunte tratando de sonar amable.

-No, estoy bien así por ahora, gracias.

Su voz me sonaba conocida, pero era muy gruesa, o como si estuviera enfermo de la garganta.

-¿No crees que ese sujeto de allá luce muy sospechoso?- me susurro sharlyn detrás mío.- ¿Y si lo busca la policía?

Sonrei por el tono en que había dicho lo último. A veces podía sonar muy dramática, pero al fin y al cabo, me era gracioso.

-Sólo concéntrate en ir por las órdenes de los clientes- volví a sonreír y me fui a la cocina, tratando de no tomarle mucha importancia al asunto.

Aquello que había pensado hace 2 horas fue en vano. El sujeto no se había ido aún y ya había pedido más de 5 tazas de café, ¿acaso no sabría que lo único que se vende aquí no es el café?

Llegó la hora de cerrar y Sharlyn se había escapado dejándome solo con el sujeto extraño, y si me hacia algo? Nada perdía con decirle que ya debía irse porque el local ya necesitaba cerrar.

Dejé el delantal blanco en el pequeño armario junto con la playera roja, claro que tenía la otra con la que me vine guardada. Ese era mi uniforme de todos los días, por lo tanto, tenía que dejarlo aquí por si por "accidente" lo manchaba en casa o lo arruinaba.

Sin más, me dirigí hasta donde se encontraba el extraño, y tratando de no temblar al fin me concentré en hablarle.

-Disculpe pero ya tengo que cerrar- dije volteando hacia diferentes partes para que no notara mi nerviosismo, cosa que no sirvió de mucho porque mis manos comenzaron a temblar.

-oh de acuerdo- Hablo como si nada y dejó la cuenta en la mesa- pero antes necesito que me hagas un favor

-¿Cuál? -fruncí el ceño

-Ven conmigo y no saldrás lastimado.

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Hey! Como siempre; me disculpo por la tardanza, que ya es costumbre.
Sí, algo corto, pero mañana su subiré otro capítulo. Escribí durante los descansos en la escuela, en el celular claro, y hasta ahora lo corregí un poco, por ello me disculpo por cualquier error ortográfico.
Síganme en Twitter (si quieren) @mustdie6661
Y también como siempre; gracias por sus comentarios, votos, y mensajes que me han mandado durante estos días, me hacen sentirme mejor.