Epílogo¹~

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Caminar a ese lugar nunca había sido tan fácil.

Mi esposa decidió no ir conmigo, por lo que solo mi hijo y yo recorremos el no tan corto camino a la clínica. La verdad es que no me molesta hacerlo como algunas veces en el pasado lo hizo.

Sakura es quien generalmente se mantiene yendo de aquí para allá, es ella quien más la visita y por eso suele mantenerme al tanto de lo que pasa con ella. Sin embargo, hoy es su cumpleaños y hemos decidido ir a celebrar con ella.

Por el camino lleno de flores y árboles de cerezos voy jugando a con Jeon y evitó cada vez más sus preguntas de hacia donde vamos. No porque tenga miedo de responderlas, él ya tiene la edad suficiente para saberlo, sin embargo, prefiero que sea una total sorpresa.

Pensar en esto es un poco tonto de mi parte. No vine a este lugar en años por el miedo, pero hoy puedo venir tranquilamente, como si fuera al parque de diversiones con mi hijo. Aunque tampoco he podido visitarla por el cargo de Hokage que, últimamente, me consume por completo.

Tanto Jeon grande como Hyouka y Suru han salido hace bastante tiempo de la clínica. Ellos solo tenían daños menores, por lo que rápidamente se recuperaron y crearon una nueva vida lejos de todas estas cosas raras y del mundo ninja que tanto dolor les trajo. Ella, sin embargo, aún no ha tenido el alta y tal vez no lo tenga en unos años más. Estar aquí es casi una prueba para darle veracidad al señor Feudal de que ella puede salir y no ser un peligro para la sociedad.

Mi hijo y yo somos una especie de conejillos de indias. Pero eso no nos molesta a ninguno de los dos. Yo solo quiero ayudarla tal como ella lo hizo conmigo y mi hijo está emocionado por conocer a una vieja amiga mía.

Creo que puedo manejarlo en caso de que las cosas se pongan feas.

Además, algunos de los ANBU nos acompañan. Siendo el Hokage, los consejeros se han negado rotundamente a que venga a este lugar solo. Incluso se negaban a que venga, pero he podido convencerlos. Eso es lo mejor de todo, que he logrado tener un poco de autoridad en este caso.

También estoy abogando para que la suelten. No la he visitado en mucho tiempo, pero estoy seguro de que ella ya no es una amenaza y de que las cosas se han controlado.

Con la ayuda de los doctores y su fuerza estoy totalmente seguro de que es suficiente.

—¿Ya vamos a llegar, Tashi?

—Sí, cariño. Es más, mira, acabamos de llegar.

—¿Me quieres también contar algo?

—¿Qué es cariño?

—¿Es cierto que mataste al hermano del señor Feudal?

Reí comenzando con la larga historia, sin entrar en detalles, por supuesto.

El psiquiátrico en el que la internaron no tiene la pinta más bonita de todas, pero tampoco tiene la más fea. Es como un hospital más.

—¿Tu amiga está enferma, Tashi? —tengo ganas de besar su lindo pucherito, sin embargo, me contengo para cargarlo en mis brazos y hablarle con confidencialidad. Eso le dará más confianza.

—No, ella solamente se está recuperando de una herida grave del pasado. Pero no está enferma.

—Mamá dijo que tuviera cuidado y que fuera muy respetuoso.

—Sí, debes ser muy respetuoso.

—¿Ella está bien?

—Muy bien, Jeonie.

Cuando vimos la alta edificación nos acercamos a la enfermera que nos veía bastante miedosa.

—B-buenos días S-señor Hokage —tosió un poco y carraspeó su garganta para tratar de disimular—. Es un g-gusto tenerlos aquí.

—Muchas gracias —miré de frente a la entrada y tomé aire un poco temeroso—. Vinimos a visitar a...

—Sí, acompáñeme por favor.

Regresé hacia los ANBU que me miraban expectantes y con un gesto les indiqué que se quedarán allí. Supongo que puedo hacerme cargo de algo como esto.

Nos llevó al piso número tres bajo la atenta mirada de todos. Al principio ingresó al piso ocho, el más alto y mejor resguardado. Poco a poco ha ido bajando y ahora está en el de menor vigilancia.

El dos es para personas que no están viviendo aquí y tienen citas frecuentes y el primero es para pacientes nada frecuentes y cosas como la cafetería, sala de juegos, etc.

Sakura se encargó perfectamente de que las cosas aquí estuvieran puestas como debían.

Cuando menos me di cuenta estábamos en la habitación 063, la que habían pedido especialmente para ella. Una puerta era lo que nos separaba de ella, una puerta para volver a verla.

—Tashi, todo estará bien.

Miré a mi hijo y le sonreí.

Luego, abrimos la puerta y nos internamos en esa habitación.

★★★★★★★★

Al salir de allí y estar tranquilo al ver a Hekima bien me replanteé todo lo que he pensado acerca de ellas en un momento.

Hekima se veía libre y feliz en ese lugar. A pesar de haber estado encerrada tantos años, se veía libre.

La diferencia entre ellas no es la forma en la que se comportan.

Walker es la que no tiene criterio propio, siempre está siendo manipulada por alguien y, cuando al fin logra revelarse, lo hace sin inteligencia; ella es una máquina de matar. Un robot manejable.

Hiruda siempre está siendo atada. Quiere ser querida y está mal mentalmente. Ella es su propia celda y también su propio juez. Aunque Hiruda sea libre físicamente, siempre está presa de sus pensamientos y acciones. Hiruda es su propio carcelario.

Y Hekima es libre. Puede estar encerrada en la prisión más cuidada, resguardada por miles de personas y amenazada por otros centenares. Sin embargo, ella es libre en pensamiento y alma, ella es libre sola, tal vez no físicamente pero si mentalmente.

Ahora entiendo qué es lo que me enamoró de ella. No es su físico, sino la forma en la que representa una figura a seguir para otros, la forma en la que inspira a ser uno mismo, la forma en la que inspira a no ser tu propio verdugo.

Hiruda fue quien creaba los secretos y Hekima quien trataba de disolverlos.

Hiruda fue quien nos encerró a todos y Hekima quien nos liberó.

Hiruda fue quien nos hizo daño y Hekima quien nos salvó.

Hekima es quien dice verdades en vez de crear miles de secretos. Hekima sabe perder y lo acepta. Hekima es quien tiene el espíritu inquebrantable e inspira a otros.

Y Hiruda es quien nos ha traído hasta aquí.

Sin embargo, ahora todos los secretos están desvelados, todo el circo, la telaraña de mentiras. Por fin todos nos hemos quitado la máscara de sentimientos.

Y a la par de un atardecer y la persona más importante para mí, entiendo que por fin hemos dejado atrás ese cuento macabro y que esa etapa de mi vida se ha terminado. Junto a este atardecer he dejado de lado mis miedos, mis penas y mis sentimientos por ella.

Junto a este atardecer se desvanecen todos los secretos.

Տ ᗴ ᑕ ᖇ ᗴ T Տ • ᕼ K.Where stories live. Discover now