20| La culpa.

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La culpa.



(****)

Caminar nunca había sido tan difícil.

Hyouka ha estado durante tanto tiempo junto a Hiruda que incluso creo que se han convertido en aparte de la otra. Son como uña y carne, o uña y mugre. Y bueno, el niño está pegado a Sakura de la misma forma.

Pero al parecer todos están felices de eso. Todos menos yo, claramente.

Solo un asesinato en tres semanas y todos estamos totalmente perdidos con eso. ¿Qué tan difícil ha sido todo esto? Demasiado, si debo decirlo.

Quiero, y no puedo, sacarme de la cabeza a Hiruda, la cual sigue ignorándome, claro que sí.

Regresando a los asesinatos, simplemente encontramos a la chica en el patio de la casa y lo podríamos deslindar del caso si no fuera porque lo encontramos con una nota.

"Un regalo para ti, S.K."

El cuerpo no estaba maltratado, ni tenía marcas, ni tenía ojos salidos, ni nada por el estilo. Es más, hubiera pasado por muerte natural si Hiruda no hubiera ofrecido una segunda opción. A la chica le hicieron ahogarse con su propio vómito, todo hubiera pasado por muerte natural si ella no estuviera fuera de nuestra casa y, además, no llevara esa nota.

Taparon su nariz y le indujeron al vómito hasta que se ahogó. Listo, rápido y eficaz.

Todo eso hubiera sido perfecto si hubiéramos sentido movimiento fuera de la casa, si los ANBU hubieran visto algo, si alguien hubiera siquiera percibido esto.

Pero lo único que se escuchó fueron los aleteos de pájaros fuera de la casa y en la mañana había una chica muerta en el patio con una nota para mí.

Y lo que más nos alertó fue que era demasiado parecida a cierta persona que conozco demasiado bien. El cabello café, los ojos cafés, la misma contextura, la misma estatura, el mismo largo de cabello, el mismo estilo de ropa. Todo, demasiado parecido.

Como si ellos supieran que me iban a sacar un pequeño infarto cuando viera a la chica recostada en uno de los árboles de donde cuelga una hamaca. Tal vez sí lo sepan, después de todo, han estado vigilándome por tanto tiempo que ya ni lo recuerdo.

¿Debería dejar el plan de lado y mandarlo al carajo o simplemente esperar y ser inteligente?

—Kakashi, es un gusto encontrarte por aquí —una mata de cabello café cenizo apareció frente a mí—. ¡Pero qué casualidad!

Tremenda casualidad.

—Sí, Hyouka, qué casualidad —intenté esconder las ganas de correr en la dirección contraria y me alenté a seguir caminando. Continúa, continúa, continúa.

—¿No te gustaría ir a tomar un helado conmigo? —arrugué el ceño. Demasiado amable.

—Lo lamento, pero estoy un poco ocupado ahora, además, no me gusta lo dulce.

—Eso se arregla muy fácil. Vamos, Kakashi, acompáñame —la miré un poco cansado y decidí dejarlo en claro unas cuantas cosas—. Por favor, ¿sí?, no quiero aparecer por allá y ser la loca que come helado sola.

Reí un poco ante eso y ante mi escepticismo. Debes seguir el plan, el plan, el plan.

¡Claro que sí, Hyouka, me has convencido! Demasiado alegre.

Lo que sea. Demasiado frío.

—Te acompañaré, pero que sea rápido.

Perfecto.

Տ ᗴ ᑕ ᖇ ᗴ T Տ • ᕼ K.Where stories live. Discover now