24: Operación F²

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—Lo siento mucho por ti y por tu precioso pelo, Siniy; pero vamos a tener que hacerlo para que no te reconozcan.

Inna se encontraba mirándose en el espejo del baño, con Yun y Freddy detrás. El pelinegro tenía en sus manos una caja de decolorante para el pelo, y el asiático unas tijeras que había cogido de la cocina.

—¿Lista?—preguntó Freddy, pero antes de que ella abriera la boca para responder Yun cogió las tijeras y cortó la coleta. Ya está. El pelirrojo dejó la coleta que acababa de cortar sobre el lavabo y, con sus dos manos, comenzó a peinar a Inna.

Ella tragó saliva, mirándose fijamente. Había pasado de llevar el pelo casi por la cintura de tenerlo por encima de los hombros en literalmente dos segundos. Casi le dieron ganas de llorar; no por haber perdido su preciosa melena, sino por todo lo que eso significaba.

Freddy abrió la caja del decolorante y comenzó a ponérselo en la cabeza.

—No soy peluquero, así que no prometo nada.

—Lo estás haciendo mal, tienes que hacerlo en esa dirección.—dijo Yun.

—¿Cómo sabes tú tanto de eso?

—Me he visto un par de tutoriales—Freddy le miró con la ceja levantada—. ¿Qué? Me gusta saber a qué me enfrento.

Y 10 minutos después se encontraba sentada en el váter con la cabeza llena de papel de aluminio y el cráneo ardiendo. Cuando Yun y Freddy salieron de la habitación, Inna pegó las piernas a su pecho y se encogió. Tenía unas ganas de llorar horribles pero, como siempre, no le salían.

Desde que Leónidas murió habría llorado un total de tres o cuatro veces y, teniendo en cuenta lo que había vivido, eran pocas. A pesar de que se sentía completamente devastada, no tenía las fuerzas suficientes como para llorar. Incluso llegó a pensar que se había quedado sin lágrimas en el cuerpo, cosa que era imposible.

Horacio entró en el baño con una enorme mochila.

—Te hemos conseguido ropa—dijo—, Cuando te duches ponte esto y tira lo que llevas. Te dejaré el resto de ropa en tu habitación.

Ella asintió. Horacio abrió la boca para decir algo más, pero la cerró al momento. Dio media vuelta y se marchó.

Inna se levantó y se acercó al espejo. Miró la hora en el reloj polvoriento que estaba encima del lavabo: las 16:14. Llevó la mano hacia su camiseta, pasando los dedos con lentitud por la tela ya medio rota. Tenía manchas de sangre seca y de tierra. No se había cambiado de ropa desde el día del ataque; y apenas se había duchado. Le dejaron bañarse dos veces, y en frente de un supervisor. Por suerte para Inna ella pudo elegir, y lógicamente escogió a Freddy. El hombre se pasó todo el baño con los ojos cerrados.

Pero en aquellos momentos el mero pensamiento del agua de la ducha le producía una ansiedad horrible. Las dos primeras veces pudo hacerlo porque fueron al principio, pero luego Inna se negaba hasta de beber el agua de la comida.

La verdad es que estaba hecha mierda.

De repente, el cuerpo de Yun apareció por la puerta—: Ya ha pasado media hora. Vamos, Siniy.

Inna miró el reloj de nuevo. Eran las 16:44. ¿Tan rápido había pasado el tiempo? Se quedó mirándose durante un par de milisegundos, cuestionándose su propia cordura. Se había tirado media hora mirándose en el espejo. Bueno, más bien mirando a la nada.

—¿Vas a ser buena o vamos a tener que traer a tu novio para que te vigile?

—¿Qué? ¿Qué novio?—cuestionó Inna.

Opia (Jack Conway) ✔Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang