RIDÍCULO

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Mi sorpresa se hizo notar, ya que abrí la boca como una tonta.

- Es posible que se te meta un mosquito. Dijo el chico riéndose.

- ¿En serio vives aquí ?. Pregunté evitando su comentario.

- Sí, ¿tanto te afecta?

No tenía ganas de hablar con nadie pero ahí estaba él, colmándome la paciencia.

- Vete por favor, quiero estar sola. Dije hundiendo mi cabeza entre mis piernas.

- ¿yo por que ?. Llegué primero, tu entraste llorando, la que debería irse eres tu.

Lo miré desconcertada, en el poco tiempo que lo conocía le había dado esa mirada de confusión y desagrado muchas veces. Tanto así que ponía la misma expresión cada vez que lo veía.

- Está bien louis, yo me iré. Dije harta de todo.

- ¿Espera como sabes mi nombre ?. Dijo el chico levantando una ceja.

Entonces recordé aquel episodio de aeropuerto, yo encontré su identificación de la academia.

- Escuché a tus amigos llamarte así, supuse que era tu nombre. ¿Verdad?. Inventé todo eso.

- En realidad soy  el vizconde Tewkesbury marques de basilwether. Dijo sonriendo con aires de superioridad.

- ¿Pero que?, felicitaciones ganaste el premio al más ridículo. Dije mirándolo con desinterés.

- oh vamoss, es un gran nombre.

- Si tuvieras problemas mentales creo que sí.

El chico soltó una carcajada. 

- Creo que debemos irnos, es hora de la cena y tu abuelo ya debió haber llegado. Añadió louis.

- Me iré por mi cuenta, no quiero seguir tus ordenes. Dije levantándome y sacudiendo mis shorts. 

- Eres muy agresiva ¿sabes?

Me alejé ignorándolo y admito que disfrute eso ya que me lo debía por  lo que me dijo en la mañana.

Louis caminó en silencio detrás de mi y cuando entramos a la casa se fue en la dirección contraria que yo, seguí mi camino y entré a mi habitación. Pero me sorprendió no ver la lampara en el suelo, supongo que alguien la recogió, tampoco había rastros de mi celular. Busqué por todos lados pero nada.

Bajé hacia la sala de estar y me encontré con Louis quien se había cambiado de ropa por una más cómoda, pijama para ser más exactos. Él estaba sentado en un sillón jugando videojuegos.

Él chico alzó la mirada y luego me ignoró, hice una mueca al verlo y me dirigí hacia el despacho de mi abuelo y sí él estaba ahí.

- Emm hola, quería saber si has..... .Dije pero me interrumpió

- Buenas tardes querida, supongo que vienes por esto. Dijo mostrándome el celular que tenía en su mano.

"Diablos"Pensé

-Escuché un ruido proveniente de tu habitación, me tomé el atrevimiento de entrar y vi tu celular en el suelo. Además contesté una llamada, era un tal lisa y quería hablar contigo. 

- Usted no tiene el derecho de contestar mis llamadas. Dije indignada

- Lo sé y pido perdón por eso, también mandé a recoger la lámpara.

Lo miré molesta y me acerqué extendiendo mi mano para que me entregara el teléfono.

- Aquí tienes, por cierto, la cena está lista y sería conveniente que comamos juntos ya que quiero presentarte a alguien.

Esas palabras me decían "peligro", era más que obvio que se refería al tonto chico que estaba sentado en el salón. No quería, pero moría de hambre así que asentí.

Estábamos ya en la mesa, solo que esta vez solo habían tres platos en ella.

- Que pasa con los demás?. Pregunté.

Pero en vez que mi abuelo responda, una voz irritante y la cual se me estaba haciendo familiar respondió.

- Hoy es domingo y todos se van a ver a sus familias por la tarde, así que hoy solo estamos nosotros tres. Dijo el chico sentándose en la mesa.

Mi abuelo rió y dijo - Él es Louis y vive conmigo, se podría decir que es como un hijo para mi.

 - Yo también lo considero como un padre señor Park. Dijo el chico

- Sé quien es. Respondí. -¿ Ya podemos cenar?

- Claro que sí Margot. Dijo mi abuelo.

Después de eso hubo un silencio incomodo, hasta que mi abuelo dijo:

- Ya que ambos irán a la misma escuela, pueden ir y venir juntos, además eso ayudará a que se conozcan mejor.

Casi me atoro con un pedazo de croissant. ¿Como que a la misma escuela?, aunque era de suponerse.

Louis rió y añadió. -Creo que sería una buena idea.

- Entonces ya está decidido, mañana empezará una gran semana para ustedes. Dijo mi abuelo con un tono emocionado.

Rodé los ojos y seguí comiendo, luego de eso subí a mi habitación y me quedé profundamente dormida.



HOLA, ADIÓS / Louis PartridgeWhere stories live. Discover now