Solo los dos

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Entonces ahí estábamos, mirando hacia el horizonte como si todos estos años de separación no existido hubiesen. Al final no éramos tan extraños como creíamos, todos nuestros recuerdos y experiencias juntos, hemos quedado guardadas en lo más profundo de nuestro ser y ahora por fin salían a la luz.

La sensación de familiaridad entre nosotros era embriagadora y me hacía sentir segura, libre. Todo aquello que molestaba desapareció. Él estaba a mi lado, esa hermosa sonrisa y ese cabello rebelde también estaban conmigo. Después de mucho me sentí, realmente feliz.

- Literalmente corrí hacia ti. Dijo Louis con una sutil sonrisa en los labios.

Lo miré con ternura. - Yo vine en taxi. 

- Vaya, sí que eres muy romántica. Dijo él con sarcasmo y ambos reímos.

Nos miramos por un momento y nuestras sonrisas se juntaron. 

- Sabes algo, siempre tuve la esperanza de que volveríamos a encontrarnos. Añadió él. -¿Y tú?.

Me quedé pensando un momento, hasta que al fin respondí.

- La verdad es que, verte otra vez era lo que menos quería, pero ahora me doy cuenta que solo me estaba engañando a mi misma.

Louis me miró con comprensión y cierta tristeza se asomó por sus ojos, pero esto cambió cuando dije lo siguiente:

- No te pude olvidar, porque yo te amo Louis.

Me acercó hacia él, me rodeo con los brazos y puso su cabeza sobre la mía. - Entonces, es algo mutuo, me alegro mucho. Dijo dándome un pequeño beso en la frente.

-¿Que pasará ahora?. Pregunté aferrándome aún más a sus brazos.

Louis se alejó unos centímetros con mucho cuidado y me miró algo preocupado.

- Supongo que no podemos quedarnos aquí por siempre, es una lastima ya que tiene una bonita vista. Añadió con una sonrisa.

Yo revolví su cabello. - Estoy hablando en serio.

- Lo sé, perdón, por un momento olvidé que ahora tenemos responsabilidades.

-Muchas para ser sincera. Dije dando un suspiro.

Y hablando de responsabilidades, recordé aquella reunión con mi padre. "Están comprometidos desde el día en el que nacieron" me parecía una completa tontería. No quería casarme con un desconocido, alguien a quien no amaba. No me sentía lista para casarme con nadie.

Aunque, debo admitir que las acciones de la empresa aumentarían si yo aceptara esa boda, pero era algo que no estaba en mi planes. Siempre odie ese pensamiento "Muy joven para liderar una empresa, sin embargo, es apta para el matrimonio" Lo que quiero decir es que en mi situación, tuviera mejores críticas si me casara con un joven rico y luego él pasaría a liderar la empresa que yo tanto anhelaba.

Sé que con mi padre esto no está a discusión, lo más seguro era que me saque del puesto si no aceptaba el compromiso, pero ahora ya no soy esa niña ingenua de antes. Quiero esa empresa a todo lugar y la obtendré sin casarme con un tonto engreído.

- Es el precio de crecer. Respondió él.

Entonces reuní valor y le dije todo lo que estaba pasando por mi cabeza.

-Debo volver, soy la directora de una gran empresa y debo admitir que en este momento quisiera dejar todo eso atrás.

- ¿Lo dices por mi?¿ Quieres dejarlo todo por mi?. Preguntó Louis.

Tomé aire. -No lo sé, estoy confundida, pero no por mis sentimientos hacia ti, sino por mi vida en general y yo...... Entonces él me interrumpió.

- Margot, yo quiero ser todo para ti, pero lo que no quiero ser es un obstáculo que impide que cumplas tus sueños. Ambos tenemos metas muy distintas, pero el amor que tenemos por el otro, nos conecta de una manera increíble, quiero estar contigo pase lo que pase.

Las lágrimas que ya habían cesado hace un rato, volvieron a aparecer. Mis ojos se nublaron al instante.

- Estoy comprometida. Dije mientras la voz se me quebraba.

No miré a Louis pero pude sentir como le chocó la noticia. Se quedó unos segundos sin decir palabra alguna y yo igual.

- Y yo estoy muy seguro de que esto es obra de tu padre. Dijo de repente.

Alcé la mirada y vi sus ojos ensombrecidos, había cierta furia en ellos, pero no era por mi. De pronto me tomó de las manos y su mirada cambió a una protectora.

- ¿Y si por perseguir mis sueños te pierdo? Dije pegándome a su pecho.

Él pasó su mano en mi espalda con movimientos de arriba hacia abajo. - Eso no pasará.

- Creo que deberíamos ir cada uno por su propio camino. Dije sin pensar y al instante me arrepentí de hacerlo.

Louis levantó mi barbilla con sus manos, haciendo que nos miremos fijamente.

- Yo apoyaré tus decisiones, cada paso que des lo respetaré y estaré a tu lado, pero no pidas que nos volvamos a alejar. No pienso perderte otra vez. Dijo Louis de la manera más solemne que pudo hablar hablado antes.

Ahora solo éramos nosotros dos, un amor maduro, uno que empezó desde que teníamos 17.



HOLA, ADIÓS / Louis PartridgeWhere stories live. Discover now