❂ ᑭᕼOᙖOS ❂ ¦¦ Kιm Sᥱokjιᥒ

47. Reencuentro

—¡Es hoy, es hoy!

Seokjin me despierta temprano, zamarréandome a su modo y con la cara llena de emoción. Su nuevo color de cabello le sienta mejor de lo que creía, e incluso sus ojos brillan más, pero tal vez ese brillo sea porque hoy iremos a ver a sus padres.

—¿No puedo dormir un poco más? —pregunto volviendo a abrazar la almohada y dándole la espalda, pero Jin vuelve a tomarme por los hombros para que lo mire y sermonearme.

—No, no, no, no, no, no... Tienes que escoger la ropa que te pondrás hoy y en eso tardas más de media hora, Moon Hyojin.

Termino de espabilar y enfoco la mirada en su cabello castaño claro bien peinado hacia atrás; trae un par de gafas, una camisa negra con los dos primeros botones abiertos y un pantalón negro de vestir que deja a la vista su cintura delgada y perfecta, ideal para abrazar cuando estoy triste o quiero mimos de su parte.

—Joder... —susurro para mis adentros intentando contenerme, pero Jin logra escucharme.

—¿Qué? ¿No quieres ir conmigo, Moon Hyojin?

—No es eso...

¿Debería decirle que por su culpa mis hormonas comienzan a alborotarse en mi interior desde tan temprano? Probablemente diga algo como «ya sé que soy guapo, Moon Hyojin».

—¿Qué?

—Te ves jodidamente guapo así...

Lo tomo por el cuello de la camisa y lo aproximo a mis labios porque no aguanto las ganas de besarlo. Mi corazón late agitado dentro de mi pecho y solo por ver a Seokjin tan atractivo incluso en la mañana. Me devuelve el beso con energía y comienza a recostarse sobre mí en la cama, tomando mi rostro y pasando su lengua por mis labios de manera seductora y provocativas... ¿De dónde demonios aprendió eso? ¿Continúa viendo porno?

—¿Te he excitado? —me susurra, pues ha aprendido que eso no puede decirlo ni preguntarlo en voz alta, ni mucho menos con la puerta entreabierta.

—Sí... —reconozco.

—¿Quieres que hagamos el amor? Aunque puedo despeinarme, Moon Hyojin. Y tardé un montón haciéndolo.

Esbozo una sonrisa porque a pesar de verse así de guapo, logra ser tierno y adorable en un segundo. Su dualidad es cosa seria...

—Tal vez cuando volvamos... —murmuro de manera coqueta pasando mis dedos por la piel de su cuello —Pasamos a algún hotel...

—Bien —dice sin más y se levanta con el rostro inexpresivo, al cual ya estoy acostumbrada —Iré a guardar condones en mi billetera mientras te arreglas. Taehyung nos esperará en Myeongdong. ¿Unos diez condones estarán bien? —reprimo una sonrisa porque me divierte la normalidad con la que lo dice, como si de llevar dulces se tratara.

—¿Tantos?

—Creí que serían pocos...

Dios mío. Intento no sonrojarme porque últimamente Seokjin ha aprendido a percibir e interpretar mis expresiones y mis sonrojos, así que me levanto y le doy la espalda.

—Ya, ya, iré a arreglarme.

—No tardes tanto, Moon Hyojin —advierte.

—Bien.

Termino de ducharme y me planto frente al armario analizando toda mi ropa, pero de repente me viene una pregunta existencial a la cabeza: ¿Por qué Jin estará vestido tan elegante si supuestamente los veríamos de lejos y no nos acercaríamos a hablarles? Tal vez... ¡Oh, por Dios! No pretenderá...