❂ ᑭᕼOᙖOS ❂ ¦¦ Kιm Sᥱokjιᥒ

12. Cambio de look inesperado

Suspiro.

Y es que tener a dos chicos sentados junto a mí, sumidos en sus propios pensamientos y en silencio, es más incómodo de lo que se lee. El bus llega a los minutos y pagamos nuestros pasajes; camino hasta los últimos asientos detrás de Seokjin quien se sienta en la ventana y me siento junto a él. Tae se sienta a mi lado izquierdo y pone su mochila en sus piernas sin prestarme atención. Se ve molesto y aunque sé que no es conmigo, no sé cómo alivianar el ambiente.

—Tae... —logro decir con mi voz apenas audible —¿E-Estás bien?

—Sí —dice, pero su rostro demuestra todo lo contrario. Sus ojos pasan de mí hasta el pelimorado, que no se hace nada más que mirar por la ventana pensando en quién sabe qué.

—¿Seguro?

—Sí, hablaremos de esto luego, ¿sí? —me sonríe sin mostrar sus dientes y sus ojos se hacen más pequeños debido a ello; acaricia mi mejilla para dejarme tranquila pero logra todo lo contrario, pues sé que se vuelven a encender como dos focos enfurecidos.

No sé qué hacer con Seokjin y es que tampoco puedo dejarlo botado para estar con Taehyung a solas o sentarnos lejos de él porque eso sería muy feo. Sin embargo, él parece tener la cabeza llena de pensamientos que no puede compartir con nadie y no porque no quiera, si no que tal vez no sabe cómo hacerlo. No sé qué grado de autismo tendrá (o si efectivamente lo sea), pero tampoco puedo llegar y preguntarle porque puede molestarse si estoy equivocada. Pero de lo que sí estoy segura es de lo extraña que es su personalidad.

¡Agh! Qué problema.

Llegamos a la facultad y Tae se desvía en el camino para dirigirse a su facultad, me sonríe con una sonrisa queda y lo veo alejarse cabizbajo.

—Tengo que ir al laboratorio de medicina pero no sé dónde queda, Moon Hyojin.

—Te acompañaré, aún me queda algo de tiempo para llegar a mi clase —respondo ya conformándome con toda esta situación.

Jin sigue sin pronunciar palabra y creo entender que sólo me habla cuando realmente me necesita o le intriga algo. No es que me importe demasiado pero aún así, sus actitudes continúan confundiéndome e incomodándome. Además, han pasado ya varios días y sigue llamándome por mi nombre completo.

—Oye, Jin... —digo y logro hacer que me mire por unos segundos, pero vuelve a mirar el frente despreocupado —No es necesario que me llames por mi nombre completo todas las veces. Puedes llamarme Hyojin.

—Bien —dice sin más y llegamos al lugar donde tiene su primera actividad.

—Bueno, aquí te dejo. Que tengas buen día.

Me ignora -como siempre- y entra al laboratorio como si nada. Se sienta junto a un par de chicas que comienzan a hablar entre ellas con una sonrisa y sé que hablan de lo apuesto que es el chico nuevo. Si no fuera tan extraño y no tuviera mi corazón ocupado con Taehyung, tal vez también me llamaría la atención. Niego con la cabeza divertida luego de ver que saca su computadora y comienza a estudiar, ignorando lo que sucede a su alrededor.

Camino rápido hasta mi salón y me encuentro con mi amiga ya instalada en su lugar y me saluda animadamente para que me siente junto a ella. Le relato cada detalle de lo que he vivido con Taehyung -haciendo especial énfasis en el beso- y no duda en decirme que pronto me pedirá que seamos novios. Debo contener un grito de emoción y la golpeo suave en el hombro por avergonzarme de este modo y crearme ilusiones. Aunque es algo que yo también veo venir, después de todo ¡ME BESÓ!

El día pasa sin mayor emoción y Taehyung me escribe para que no lo espere, pues debe quedarse pintando un par de cosas para su próxima evaluación; aunque creí que al menos en la tarde podríamos pasar tiempo a solas intento no decepcionarme, aun así, no puedo evitar recordar su rostro enojado de esta mañana. Soyoung se despide de mí en la entrada y camina en dirección contraria hasta su parada de buses incitándome a llegar más allá de un simple beso con Tae esta tarde, pero ignoro su risa burlesca y continúo mi camino. No sería capaz de ser tan valiente como para intentar algo más con Tae, aunque también debería tener algo de iniciativa y no esperar que sea él siempre quien lo haga. Cuando llegue a casa podría intentar saludarlo con un beso, ¿o es muy atrevido?