30. La luz al final del túnel

2.7K 395 146
                                    

Duermo en una habitación distinta a la de Taehyung por «Protocolos del Palacio», sin embargo, estoy segura de que gran parte de esta decisión fue tomada por la Reina y sus celos de madre. Observo el exterior desde la torre en la que estoy y me dedico a contemplar el cielo sobre mí; se siente tan cercano, increíble... Es hermoso ver como el planeta rojo brilla en el cielo como si se tratara de una luna furiosa o un ojo rojo que nos observa y que a un par de millones de años luz está la Tierra, mi casa y mis padres. Sigo sin conocer como funciona el tiempo en esta luna pero pareciera que está por amanecer a pesar de que no he dormido nada desde que llegamos. Me pregunto dónde estará Seokjin ahora, si sigue en el palacio o si regresó a su casa luego de cumplir su misión de encontrar y traer devuelta al príncipe Tarvos.

Me tumbo de lado en la cama y me decido a dormir, pues no sé cuánto tiempo me quede en esta luna y quiero al menos poder descansar una hora. Mi corazón aún se agita con dolor al recordar que debo dejar a Tae atrás y continuar nuestras -diferentes- vidas por separado. Por supuesto que también extrañaré al bobo de Seokjin y sus salidas de lugar, su humor tan extraño y su voz diciendo «Moon Hyojin» como si me estuviese regañando. Sonrío con el recuerdo pero no lo hago por mucho, pues siento algo frío y delgado en mi cuello; lo siento mucho más frío que cuando el guardia puso su arma en mi garganta y tengo miedo de que haya atravesado la tela de mi traje y me congele. Bajo la mirada con cuidado y veo una mano con un cuchillo reluciente y afilado. Trago en seco y de manera inconsciente aguanto la respiración por temor a moverme un milímetro y cortar mi garganta.

—No hagas ningún sonido o te mato.

La voz me resulta conocida y mi cuerpo reacciona erizando mi piel por el miedo. Se trata de Taeyeon, o más bien, Elara. Me pregunto cómo logró entrar cuando Taehyung envió demasiados guardias para protegerme, e incluso pensé que estaba exagerando, pero ahora veo el por qué. No puede ser la única traidora que exista en Phobos y debe tener muchos aliados dentro de la seguridad del palacio.

Saca el cuchillo de mi cuello y me obliga a levantarme tirando de mi traje y empujándome hasta la puerta, donde cuatro guardias yacen en el suelo con sangre púrpura brotando de sus gargantas.

—Serás la carnada perfecta, Moon Hyojin —me dice clavando el cuchillo en mi espalda y con una risa malvada y aterradora.

Levanto las manos para que no vea segundas intenciones en mí y para demostrarle que haré lo que me ordene con tal de que no me mate. Bajamos unas largas escaleras hasta llegar a la primera planta de la torre, donde la esperan dos personas con armas terroríficas y plateadas.

—Preparen todo. Llegaremos a Deimos en veintisiete nix.

¿Deimos?

No. No puedo permitir que me lleven a Deimos. Debo pensar rápido antes de que me suban a una nave y sea demasiado tarde como para que Taehyung se dé cuenta de que no estoy. Me empuja de nuevo con una fuerza brutal haciendo que me tropiece y caiga de bruces contra el suelo. Agradezco tener esta especie de casco pues evita que mi rostro se arrastre contra el material frío del piso y que mi piel se queme. Elara aprovecha la oportunidad para patearme y dejarme sin aire por más segundos de lo que deseo. Siento como si se me hubiesen roto un par de costillas, el dolor se expande por mi costado derecho como si me presionara el pulmón.

—Levántate ya, perra —ordena y me levanta de un solo tirón, aumentando el dolor.

Quisiera responderle con un par de buenas groserías pero estoy en clara desventaja. No estoy en posición de contestarle o de desafiarla sin poner en riesgo mi vida. Veo una nave a punto de despegar más cerca de lo que quiero y junto a ella el fin de mi existencia; con un pie dentro de esa cosa no tendré a nadie para protegerme, ni siquiera yo misma. Cojeo y la sigo con dos hombres altos detrás de mí vigilándome el paso. No creo que el oxígeno que traigo en mi espalda me esté ayudando a respirar porque siento que desvaneceré en cualquier momento y será demasiado sencillo llevarme hasta Deimos. Lucho con todo lo que puedo para mantenerme despierta pero el dolor me está matando y termina llevándome al piso, respirando con dificultad y con un pitido en mis oídos.

❂ ᑭᕼOᙖOS ❂ ¦¦  Kιm SᥱokjιᥒWo Geschichten leben. Entdecke jetzt