Capítulo 22

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- Avenger, por el poder de este sello de comando, te ordeno, asesina a tu Master- Kirei dijo, mientras el leve brillo carmesí se hacía presente y uno de sus Sellos de Comando especiales cómo Supervisor de la Guerra desaparecía, indicando que su estrategia había funcionado, algo que sólo se confrirmó cuándo comenzó la conmoción, y una sonrisa malévola se hizo presente en su rostro.

- ¡¡¡AAAHHHHHH!!!-.

 

Todo se detuvo por la conmoción, Archer y Saber se quedaron sin saber cómo reaccionar, al igual que sus Masters, ya que ninguno se esperaba esta clase de desarrollo, aunque debido a la confusión, todos se perdieron los ríos de lágrimas que caían de los ojos de la doncella rubia.

Incluso los Servant enemigos detuvieron sus ataques sin comprender qué acababa de suceder.

Sin embargo, lo que ocurrió después hizo que Archer comenzara a pensar que había algo raro en lo ocurrido, algo olía muy mal con esta situación.

 

Avenger estaba en shock, sin expresión, no sabía cómo reaccionar, su cuerpo se había movido por su cuenta, ella jamás había tenido la intención de hacer nada más que acompañar a su Master a la batalla y disfrutar de un buen combate, y sin embargo, parecía que todos los planes se habían torcido, de una manera horrible.

Pasaron unos segundos hasta que la mirada incrédula de Naruto se encontró con la suya, sus ojos mostraban una gran tormenta de emociones: Tristeza, Ira, Decepción, Incredulidad... y la que más le dolió, Traición.

Entonces, la comprensión de lo que había hecho se hundió en su mente, y dejó salir un grito escalofriante.

- ¡¡¡AAAHHHHHH!!!-.

Naruto observó cómo el arma de su Servant sobresalía de su sangrante estómago, su mente no podía procesar que la mujer con la que había estado teniendo sexo menos de una hora antes, acababa de traicionarlo, de apuñalarlo a traición.

Su cabeza le dolía, su visión se etsaba volviendo borrosa, la herida que acababa de recibir quemaba cómo el más ardiente de los fuegos, y francamente tenía ganas de llorar.

Apenas pudo levantar la cabeza para mirar a los ojos a su asesina, a la mujer a la que en el corto tiempo de esta guerra habia llegado a amar, una vez más, quería verlo en sus ojos, quería ver la razón qué la había llevado a quebrar su confianza de aquella manera.

Pero cuándo lo consiguió, no vio nada, vio su cara en blanco, cómo si nada hubiera pasado, cómo si esto no tuviera ningún valor, cómo si su tiempo juntos no tuviera ningún valor; realmente podría ser una descripción adecuada decir que eso le dolió más que aquella herida ardiente.

Su fuerza no dió para más, sus ojos dejaron de ver, y sus sentidos se apagaron, llevándoselo a la infinita oscuridad que sería la muerte, o al menos eso es lo que él creía, sin embargo, tan sólo escuchó una frase más, antes de que su consciencia fuese devorada por aquella oscuridad, una frase proncunciada por aquella voz que lo había estado atormentando en sus pesadillas, y aquella frase, lo decía todo.

"He ganado"

 

Entonces, para la sorpresa de todos, Naruto agarró el estandarde de Avenger y lo arrancó de su carne, haciendo que un gran chorro de sangre se desparramara por el suelo... y comenzó a reír.

No una risa feliz, tampoco una triste; sino una larga y aguda risa psicótica, una que parecía incapaz de controlar, cayó de rodillas, todavía riendo, y con su cabello cubriendo sus ojos, sin levantar la mirada mientras las convulsiones por aquel ataque de risa continuaban más y más.

Hijo de la BrujaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora