Capítulo 11

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Las clases en Homurahara al día siguiente pasaron extremadamente rápido para los tres magos que se encontraban involucrados en la Guerra recién comenzada; todos sabían que habría un nuevo combate tarde o temprano, y la desaparición de la Capitana del Club de Tiro con Arco y de los hermanos Matou sólo los habían puesto más en guardia.

Si en algo estaban de acuerdo los tres, era que ninguno de ellos había sido el culpable de aquello, tendría que ser cosa de un Magus del exterior, y estaban determinados a encontrar al descerebrado que estaba metiendo a humanos normales en esta guerra, y que hacía peligrar el estatuto del secreto.

Cuándo las clases terminaron Naruto decidió poner en práctica su plan para confirmar algunas sospechas que lo aquejaban, así que se dirigió con calma a la azotea y empleó Refuerzo en sus ojos y oídos para aumentar su campo de visión y su percepción.

No pasó mucho tiempo hasta que pequeños picos de prana se sintiesen dentro del edificio, junto con el sonido de pasos apresurados e impactos contra cristales y muebles, y esto lo hizo sonreír.

- Avenger, estás de suerte, tenemos una pelea- le dijo a su Servant en forma astral.

- Ya era hora, Master- contestó la voz femenina en su cabeza, con evidente ansia y satisfacción.

Emiya Shirou caminaba distraído por los pasillos de la Academia, las clases habían terminado hacía un tiempo, pero el cansancio lo había vencido y se había quedado dormido en la sala del Consejo Estudiantil; estaba preocupado por Ayako, podía no haberla conocido mucho, pero todavía era su amiga, y pensar que estaba en manos de un magus desalmado hacía hervir su sangre, y lo mismo para Shinji y Sakura.

Estaba tan perdido en sus preocupaciones que no se dió cuenta de que Rin lo observaba desde lo alto de las escaleras con cara de pocos amigos, y lo sombría que se volvía su expresión cuándo el pasó frente a ella sin percatarse de su presencia o, por lo menos, sin darle la más mínima importancia, momento en el que la uña que ella mordía, se rompió.

- Eres un auténtico idiota- la voz femenina lo sacó de sus pensamientos y lo hizo prestar atención a la presencia frente a él, una Rin Tohsaka verdaderamente enfadada- Venir una vez más sin tu Servant, aún después de que te advertí que seríamos enemigos, realmente eres un idiota- terminó de murmurar lo sufucientemente alto para que fuese audible.

- T-Tohsaka ¿De qué hablas?- preguntó nervioso, notando cómo el sudor le caía por la cara, esta no era la misma chica que el día anterior había estado en su casa.

- ¿De qué más? De la Guerra, y tú eres mi enemigo- delaró extendiendo su dedo, en el que una extraña luz negra se acumulaba- Esto es un Gandr, una maldición escandinava simple, sin embargo, cuándo se usa para lanzar se le llama Tiro de Gandr, tal vez no es muy potente, pero para un inexperto cómo tú es más que suficiente- declaró liberando el ataque, que el pelirrojo esquivó por poco, antes de salir corriendo.

Pasó los siguientes minutos corriendo por los pasillos de la Academia tratando de encontrar una salida viable, pues un campo delimitado se había alzado impidiendo la salida por cualquier lugar que no fuesen las puertas principales.

Este juego del gato del ratón que estaba jugando con la Heredera Tohsaka comenzaba a asustarlo, Tohsaka no podía estar realmente tratando de matarlo ¿No?.

Rin no estaba teniendo un buen día: ella era la segunda propietaria de la ciudad de Fuyuki, y ella era la responsable de la seguridad de la gente durante la celebración de la Guerra del Santo Grial; y la desaparición de una civil, un descendiente del otro linaje de magus residente en la ciudad, y, más importante, su ex-hermana menor, le estaba provocando una gran cantidad de ansiedad.

Hijo de la BrujaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora