moles 》hyunsung.

#17

—Pero pará —a Jisung le causaba gracia que el muchacho en frente suya hablara con la boca llena debido a su entusiasmo —, ¿cómo sabías que era Italia? ¿No pudo haber sido cualquier otro país?

—Lo decía en el uniforme del policía —respondió animado Jisung; la verdad era que su humor había cambiado drásticamente.

Luego de que su vecino haya aparecido sin previo aviso en la puerta de su casa, empapado de pies a cabeza y con una idea extraordinaria en la punta de su lengua, Hyunjin se aseguró de no dejarlo enfermar y darle, de nueva cuenta, su propia ropa para dejar secar la contraria en el balcón. Había secado rápidamente el húmedo piso y, en lo que Jisung se demoraba en el baño, llamó por teléfono a la pizzería más cercana. La noche anterior no había cenado, aunque el aroma a queso y salsa lo atrajera desde donde comían sus mejores amigos, no había salido de su cuarto sino hasta la mañana siguiente. Su estómago rugía y no podía escuchar el de Jisung, pero confirmó que el de él también lo hacía una vez que sus oscuras orbes se iluminaron en cuanto la comida estuvo sobre la mesada de la cocina. Se sentaron en las altas sillas y desde la primera porción Hyunjin no había parado de hacer preguntas, ni Jisung de responderlas.

—Y la mesera, ¿cómo era? ¿Le viste la cara? —exclamó, esta vez sin nada en su boca que pudiese hacer reír a Jisung —¿Te habló en italiano y le entendiste?

—No, Hyunjin —dijo con una enorme sonrisa. Aquel aura inocente con el cual el mayor cargaba de vez en cuando le parecía lo más gracioso y tierno del mundo a la vez, porque para él era increíble que una persona tranquila y seria la mayor parte del tiempo pudiera llegar a comportarse como un niño a quien le acababan de regalar una paleta —. Me habló en español. Y le vi la cara, pero no la recuerdo. Es como ese chico rubio ¿entendés? Estoy convencido de que cuando sueño con él le observo cada detalle, pero cuando me despierto se me borran casi automáticamente.

—Eso es raro —dijo, luego de unos instantes en silencio, Hyunjin —. ¿Será que la persona que controla tus sueños no quiere que lo conozcas? ¡Qué malo! Si es el amor de tu vida.

Al principio de su respuesta, Jisung tuvo que contener su carcajada. Las ocurrencias del más alto lo hacían sonreír demasiado aquella noche, pero lo único que lograron las últimas palabras de Hyunjin en él fue que dejara la rebanada de pizza encaminada hacia su boca sobre la mesa y una expresión mucho más seria que antes. —¿El amor de mi vida? ¿En serio crees que es él?

—Es posible —se encogió de hombros, como si la bomba que le acababa de lanzar a Jisung no se tratase de nada más que una simple hoja —. Nunca se sabe, Jisung. Si tanto querés saber quién es y te trasnochás pensando en él es porque algo te pasa, ¿no?

—No sabría qué decirte. Me tomaste de sorpresa —respondió al mismo tiempo que sacudía la cabeza, intentando despabilarse. Hasta cierto punto su expresión había lucido demasiado exagerada —. Nunca pensé en eso. O sea, el amor de mi vida. Supongo que porque nunca creí tener uno... ay, Hyunjin ¿por qué me hacés cuestionarme estas cosas? 

Jisung le golpeó el hombro amablemente, el otro muchacho soltó una risotada. —¡Perdoname! Pero la verdad es que no te creo —le dijo —. ¿Nunca pensaste en el amor de tu vida? ¿Nunca conociste a una persona y te preguntaste si lo era? Simplemente por curiosidad, o porque te daba esa sensación. 

La sala se sumergió en un sepulcral silencio. Jisung, sin embargo, era el único que sentía que respiraba muy fuerte y que aquello hacía incómodo el ambiente. Pero para Hyunjin, quien estaba aquella noche de muy buen humor, no era más que un simple interludio en su conversación. Como a los que anteriormente acostumbraban y no se tornaba pesado en ningún momento. Jisung pensó una y otra vez una respuesta para la pregunta del mayor pero, al igual que en sus sueños, las palabras se quedaban atascadas en su garganta y jamás podían ser pronunciadas. Que para Jisung se sintiese como un sueño definitivamente no era algo positivo. Observó, durante unos segundos, el rostro de su vecino. ¿Por qué este chico que le devolvía la mirada con la misma intensidad siempre parecía tan interesado en este tipo de temas? Jisung a veces se sentía desconcertado. ¿Qué debería responder para satisfacerlo?