Reencarnando en Crepúsculo

Capítulo 1: Muerte

En mi ausencia entrené como nunca, aun así sabía que no podía ir a entrenar al continente oscuro hasta que Aladdín comprendiera más acerca de la magia, no lo pensé dos veces y entrené de muchas otras formas, llevé a Gholtas con los suyos, pasé muy bueno momentos con ellos y entrené arduamente, al final, volví para conocer a Aladdín, no podía quedarme sabiendo lo que pasaría en el futuro, Gholtas me comprendió y me dejó ir, aún si era un personaje destinado a morir, quería ayudarlo, ya que él me aprecia y apreció a la Morgiana original.

Conocí a Aladdín y nuestra amistad fue mejor de lo que esperaba, al fin y al cabo, no podía ser tan seria, me hice amiga de Alibaba, intenté enamorarme de él como en la historia original, pero realmente no pude, era como mi hermano, y al final tuve que rechazarlo. Mi relación con Aladdín era diferente, con él le encontré sentido a la lectura, era fascinante, aun si no podía hacer magia como el, logré controlar mejor mi magoi, viví al máximo con mis amigos y conocí a Mu y los demás fanalis, me perfeccioné en la batalla cuerpo a cuerpo y mi técnica de uso con mi contenedor doméstico, fue una experiencia que Morgiana no pudo realizar por buscar a los fanalis del continente oscuro, donde fui en búsqueda de Yunan, otro Magi como Aladdín, tiempo después, cuando fue hora de enfrentar al director de la escuela de Aladdín, y Alibaba con los fanalis partieron a la batalla, posteriormente fue en el continente oscuro donde terminé de perfeccionarme junto a Aladdín y Hakuryu.

Morí joven, 19 años para ser exactos, sacrificándome para detener al cabeza hueca de Simbad, al final quedé en la historia como la fanalis más poderosa de la historia, y con eso me bastaba, aún si no logré enamorarme, había sido feliz conociendo a los personajes de un anime que aprecié como nunca además de que se convirtieron en mis más grandes amigos de los cuales aprendí mucho, Aladdín a estas alturas se había dado cuenta que mi alma no regresó al rukh como la de los demás, pero ya nada se podía hacer.

Mi tercera vida, aquí entré en pánico, un poco, pero no armé un escándalo, volví al mundo humano normal, retomé el anime, pero equilibraba mi tiempo para leer novelas y sagas, ya que, en esta vida, quería ser escritora, gracias a Aladdín desarrolle un interés por la lectura, tenía conocimientos de magia, magia aberrante y runas, con mis conocimientos de mis dos vidas pasadas la escuela era solo un chiste, por lo que no le dediqué gran parte de mi tiempo e incluso en clases leía tranquilamente sin importunar a nadie.

Mi familia era de clase media, por lo que podía llevar una vida normal, eran algo desinteresados en lo que a mi vida respecta, era hija única, también hacía deporte y aprendí defensa personal, después de eso, intercalaba tiempos, para hacer ejercicio o practicar defensa, oía audiolibros, a veces veía series o películas, mi pasión por el ejercicio fue por mi vida de fanalis, pero tenía que cuidarme más, aun así, comía como si no hubiera un mañana.

En preparatoria me vi metida en muchas peleas callejeras, donde ellos salieron mal parados, aprendí todo tipo de defensa que estuvo a mi alcance por medio de videos, y mi cuerpo podía reaccionar bien por medio de mis instintos. Pero tuve que morir de un paro cardiaco a la edad de 18 años. Nadie supo por qué ni siquiera yo, porque Dios lo quería así, o porque la santa muerte me reclamaba con insistencia, no lo sabía. Pero mi vida terminó y todo volvió a ser oscuridad para mí.