Capitulo 14: Antes de la tormenta

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POV Julie
No podía creerlo, el aceptar el ser la novia de Edward Cullen probablemente sea causa de un gran cambio en la historia, esta decisión conllevaría a hacer varias modificaciones en mis planes, por lo que sería correcto el redactarlo, o por lo menos ir tomando nota de los cambios y rutas posibles.

Cuando llegué a casa con tío Charlie, fue momento de preparar la cena mientras un torbellino de ideas pasaba por mi cabeza, aún si esto cambiaba muchas cosas, no cambiaría en nada la llegada de los nómadas, por lo que, tendría que prepararme, empezando con mi intento de defender el territorio, tal vez si logro ahuyentarlos no habrá problemas.

De ahora en adelante cargaría con Artemis (un arco), Neith (un báculo que se transforma en guadaña de electroshock), Amón (espada), Abyss y Anubis, además de mi Kurikara (también conocida como espada Koma en Ao no exorcist), algo exagerado, tal vez, pero me gusta lidiar de distintas formas con los vampiros por lo que lo dejaría al azar en el momento justo.

Comí tranquilamente con tío Charlie acerca de su trabajo y mi día de escuela, evitando mencionar mi reciente relación con Edward, ya que le pediría hacer las presentaciones de forma formal otro día, aunque ya me hago a la idea de que no le agrade mucho la noticia, después de todo, cada año preguntaba lo mismo junto a papá “¿ha llegado esa persona a tu vida? Solo lo decimos por curiosidad” comenzaba papá, a lo que tío Charlie respondía “tu dijiste que le daríamos la charla, hasta traje mi arma”. 

Suspiré rendida mientras terminaba de lavar la vajilla, tío Charlie estaba viendo la televisión así que me encaminé a él y lo abracé.

—Ya terminé, creo que voy a descansar — dije sonriendo y el me devolvió la sonrisa.

—Está bien, descansa Julie — dijo mientras se levantaba y me abrazaba para después besar mi cabeza revolver mi cabello y apagar la televisión. — yo también iré a descansar.

(…)

Habían pasado unos cuantos días, Edward me había estado cuidando además de que respetaba mi espacio cuando se lo pedía, que era exclusivamente en las horas donde hacía música, escribía, hablaba con mis amigos de Nueva York y por supuesto, entrenaba, era placentero saber que mi fuerza era innata, esta vez no dejaría a tío Charlie.

Hoy tenía una salida con los Cullen, decidí que les enseñaría a controlar su fuerza, jugaríamos beisbol, sabía que eran prodigios, pero eso no significaba que controlarían su fuerza en un día, sobre todo si tenían que fingir que lo daban todo en ello, por lo que preparé lo que llevaría para ese partido. Me puse de acuerdo con Alice ya que invocaría una tormenta para que pudiésemos entrenar. 

Cuando llegamos con los Cullen ellos parecían algo inseguros, pero me miraron esperando a que yo les diera las indicaciones o ideas que tenía para dichas complicaciones que se venían para nosotros.

—Bien, supongo que Edward y Alice ya les comentaron acerca de mis intenciones para integrarlos, así que quiero que cooperen lo más que puedan. — ante mis palabras asintieron, mientras que Emmet me miraba con gracia, eso solo me recordaba que él sería el más complicado por así decirlo. — comencemos con algo sencillo, para ir midiendo su fuerza, hagamos pases desde la fuerza normal que utilizan para jugar y van a intentar bajar el ritmo.

Ante mi indicación se formaron y dieron comienzo al entrenamiento. Comenzaron con pases en su fuerza normal, para ir reduciendo poco a poco, la verdadera parte difícil sería cuando llegara el momento de golpear a la pelota con el bate, ese sí sería un reto para ellos.

(…)

Los resultados fueron aceptables, Edward y sus amigos comenzaron a mejorar su comportamiento con el transcurso de la semana, fingiendo comenzar a comer alimentos y siendo más cordiales con Angela.

Reencarnando en CrepúsculoWhere stories live. Discover now