CAPITULO 4 UN BAILE Y UNA PROMESA

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Hola por acá de nuevo, bueno les quiero dejar una recomendación al principio de todo esto, cuando lleguen a la parte del baile por favor, escuchen la canción que les comparto por allá abajo, gracias.

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La reunión iba tal cual como lo esperaban, excelente música, comida y atención para todos, Marin se paseaba por el lugar, que era bastante conocido para ella, cuando tropezó con una chica rubia, quien trabaja en la compañía de su esposo, de hecho era la asistente de este, Thetis, una joven de cabellos largos, rubios y unos hermosos ojos azules.

- Señora Andreato, lo siento.

- No te preocupes, soy yo quien debo disculparme, estaba un tanto distraída.

- Me alegro mucho de verla nuevamente, hacia mucho no acompañaba al señor Andreato a estas reuniones, debería animarse a venir al cóctel de la noche que será en unos meses.

- Si, tal vez me anime - sonrió - y cuéntame como va todo, Kanon sigue siendo un ogro?

. No, la verdad es que ya con el tiempo uno conoce la manera de trabajar de las personas, ellos son muy organizados y ambos jefes son muy celosos con eso.

- Me alegro que todo vaya bien, fue un gusto hablar contigo, cuídate.

- Igual usted - las dos mujeres se despidieron y cada quien siguió su camino.

Marin llego a la mesa donde estaban sus familiares, la pequeña Sasha se sentó a su lado a hablar de todas las cosas que hacia en la escuela a pesar de aun ser muy pequeña, era una niña muy inteligente. Su tía escuchaba atenta a cada cosa que la niña relataba, en el fondo de su corazón, quería ser madre, pero la vida no le dio esa oportunidad y ella ya hacia perdida toda posibilidad de serlo.

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De a poco caía la noche y el cielo se cubría con su manto oscuro, ya no se sentía el calor tan abrumador. Sin darse cuenta se había quedado sola en la mesa, miraba al rededor y todos estaban entretenidos en sus cosas, así que decidió dar un paseo, todo estaba iluminado, entonces aprovecho para pasear un poco por ese lugar, que tan bonitos recuerdos le traía. Se fue adentrando a un lugar especialmente agradable y que a ella le gustaba mucho, era un lago artificial donde había un muelle, allí se encontraban unas bancas, miro el lugar, hacia mucho que no lo visitaba, un suave viento soplaba calmando un poco el calor del ambiente y moviendo sus cabellos de una manera coqueta, ella se sentó y reposo su cabeza a una de las columnas, cerro sus ojos, se sentía tranquila en esa soledad. Luego de un rato, cuando se disponía a irse una voz la hizo sobresaltar.

- Señora Andreato - Marin se sorprendió mucho al ver nuevamente a ese hombre- No puedo creer la suerte que tengo, jamas pensé encontrarla en este lugar.

- Señor Thalasinos - dijo ella de inmediato al mismo tiempo que se levantaba - que hace usted aquí?

- Soy invitado de la fiesta que se ve de aquel lado - dijo tomando su mano y posando un suave beso en ella - no pensé que Kanon, tendría tanta suerte de tener a un ángel como esposa.

- Si, así es - un leve sonrojo apareció en el rostro de Marin que no paso desapercibido para el hombre, algo que el pareció muy tierno - soy la esposa de Kanon Andreato. Pero, de donde lo conoce usted?

- Hacemos negocios con su empresa ademas de que estuve averiguando algunas cosas - la mujer sintió algo de temor al escuchar eso y él se dio cuenta del gesto - no debes sentir miedo, jamás haría daño a nadie mucho menos a usted- ahora era el quien se sonrojaba, camino hacia la banca que antes ocupo ella y se sentó, le dio unas palmaditas, como invitación para que ella hiciera lo mismo, así fue que se sentó guardando un poco de distancia - Sabe la he pensado desde el dia en que la conocí en el restaurante, incluso he vuelto allá, pero no tuve la fortuna de volverla a ver y ahora, los dioses escucharon mis suplicas y aquí la tengo, frente a mi.

SECRETOS Y MENTIRASWhere stories live. Discover now