CAPITULO 30

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- Entonces eso paso, por eso estoy aquí - dijo Lifya después de comentarle la razón de su estancia en casa de Aioria - solo me esta haciendo un favor.

Marin miro a la mujer frente a ella, agacho la mirada y se mordió el labio, en ese momento pudo entender a Aioria y el porque se altero cuando le contó sobre su decisión de ayudar a Kanon, ella también mal interpreto que Lifya estuviera en casa de él y pudo imaginar mil cosas.

Le pediría disculpas cuando lo viera, pudo entender en ese momento cuando estamos en zapatos de otros lo que se siente y lo que son los celos. Termino de tomar el té y puso la taza en la mesa.

- Como esta él? - por fin habló.

- Esta bien, desde ayer que llegó de lo único que habla es de ti y por eso desde temprano salió para ir a tu casa.

- Mi casa? - Lifya asintió - por todos los dioses...

- Que pasó?

- Que.... yo me mudé hace algunos días y pues como no estuve en contacto con él todo este tiempo, no lo sabe.

Lifya se levanto se su puesto y fue y se sentó al lado de Marin, la tomó de la mano cosa que sorprendió a la visitante.

- Su teléfono estuvo sonando mucho, no me atreví a responder, eras tú quien llamaba?

- No, de hecho también deje mi teléfono en casa........ cuando me entere que el estaba aquí me sorprendió porque no recibí ninguna llamada de él.

- Quería sorprenderte, por eso no te llamó, pero te digo algo, el hará lo posible por llegar a ti.

- Por qué lo dices?

-Él te ama, Marin - suspiró - se nota cuando habla de ti, sus ojos brillan y su voz se escucha...... diferente.

Los ojos de Lifya se llenaron de lagrimas, ahora fue Marin quien trato de confortarla.

- Cuídalo, si? - se limpio las lagrimas con la mano libre - aunque se que no tengo ningún tipo de moral para decirlo, es el mejor hombre que puedes encontrar y yo.......... no lo valore.

- Tranquila, lo importante es que puedan llevarse bien, nada bueno trae guardar rencor.

- Solo quiero que él sea feliz y tu eres parte de su felicidad.

Ambas mujeres sonrieron, Marin pudo ver a Lifya de una manera diferente, una mujer a la que le pesaban sus errores, reflejo a Kanon en ella, todas nuestras decisiones tienen una consecuencia y hay que aceptarlas.

- Gracias Lifya.

- Gracias a ti.... deberías ir a casa, te aseguro que el llegara a ti.

Marin se levantó, recogió sus cosas y se abrigo, se despidió y salió directo a su casa, después de todo su viaje a la casa de Aioria no había sido en vano.

XxxX

Aioria estaba parqueado en frente a la casa de su hermano, frustrado, cansado, con hambre y a punto de soltarse a llorar, se bajo de su auto, camino casi por inercia hasta la puerta y toco el timbre, su hermano, quien le abrió sin perder el tiempo lo tomo por la mano y a tirones lo llevo hacia la sala.

- Donde has estado todo el día?

- Hola Aioria, como estas?..... bien gracias..... has comido algo?..........no...sabes?...... tengo hambre.

Aioros lo miro con los ojos entrecerrados.

- De verdad?...... donde has estado?

- He estado todo el día fuera de casa, de un lado a otro buscando a Marín - dijo levantando la voz y echándose a llorar cosa que sorprendió a Aioros, hacia mucho no lo veía así - y sabes que es lo peor..... que no sé donde esta, no sé donde vive, fui con Milo y Mu y ninguno de esos idiotas esta en su casa, deje el maldito teléfono en la mía y adivina.........no se nada de ella y quiero verla, me muero por verla.

SECRETOS Y MENTIRASWhere stories live. Discover now