SECRETOS Y MENTIRAS

CAPITULO 3 FIESTA DE VERANO

El día de la fiesta ya había llegado, en el lugar de la reunión todo estaba organizado y era un lugar bastante fresco para compensar un poco el calor que hacia en esa temporada. Era uno de esos lugares que alquilaban para ese tipo de ocasiones, donde otros eventos se realizaban, sin que uno interviniera en el otro. La familia Andreato era la encargados de la organización del evento y Saori era una experta en el tema. Todo estaba dispuesto para que los invitados se sintieran cómodos y el calor se hiciera soportable.

En los jardines del lugar que le correspondía a ellos, estaban dispuestas mesas con bebidas y comida, preparados por chefs profesionales, la decoración era sobria pero elegante, todo estaba bien nada sobraba en el lugar. La anfitriona estaba terminando de organizar el arreglo en su cabello cuando su esposo, Saga, entro en la habitación que también le hablan alquilado.

- Espero que el idiota de mi hermano, se comporte.

- También lo espero y mas que hoy viene Marin - la mujer giro hacia su esposo - hablaste con el, verdad?

- Claro que lo hice, pero sabes como es - suspiro - solo hice lo que debía, lo demás queda de parte de el - Saori se acerco y le dio un beso a su amado esposo, cuando una pequeña entro corriendo alzando los brazos hacia su padre.

- Papá, hoy tengo permiso para comer dulces? - pregunto la pequeña.

- No muchos.

- Pero papá - hizo la niña pucheros - casi nunca los como y hoy es un día de fiesta, no comeré mas hasta halloween, si?

- Que dices Saori? - movió la cabeza hacia un lado para ver el rostro de la mujer.

- Sera que esta niña se ha portado bien?

- Si mama, muy bien.

- Respondiste muy rápido - dijo su padre.

- Esta bien, Sasha, puedes comer, pero no muchos, vale?

- Esta bien mama, beso - se estiro para recibir el beso de su madre y le dio otro a su padre quien la bajo y se fue corriendo.

- Creo que a Kanon le hace falta un hijo - dijo Saori mirando a Saga, quien le desvió la mirada,

- No creo que eso sea lo que le haga falta, amor. Termina de cambiarte y te espero afuera.

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Kanon esperaba que su esposa bajara para salir, estaba impaciente ella tardaba mucho, que tanto se podía arreglar, miraba el reloj con desespero como si fuesen a llegar muy tarde, hizo el intento de subir varias veces pero se detenía al pie de la escalera, mordiéndose los labios para no gritar que se estaba tardando y volvía al sillón de la sala.

Cuando sintió los pasos de la mujer que se encontraba detrás de el, este giro dispuesto a reprochar su tardanza, pero no pudo, se quedo estático y sin palabras, Marin vestía un hermoso pero sencillo vestido blanco con estampado de flores de muchos colores, llevaba su cabello recogido en una trenza y estaba maquillada de manera sobria pero se veía hermosa. Hacia mucho tiempo que ella no se arreglaba así y mucho tiempo también donde el no se detenía a apreciar la belleza de su esposa, ella un tanto apenada por el silencio de este, se decidió a hablar.

- Siento la demora - unió sus manos en señal de nerviosismo - es que he perdido practica.

- No te preocupes, te ves.... bien - dijo aclarando su garganta - vamos que nos están esperando -así fue que subieron al auto rumbo a la casa de su hermano para la fiesta de ese día.

Durante el viaje no emitieron palabras, ella se animo a sintonizar la radio para no hacer mas pesado el ambiente, el recorrido se le hizo eterno, ya quería llegar y tener a otras personas con quien hablar, por lo menos se llevaba bien con Saga y Saori, además de que podría ver a su sobrina. Por fin diviso el lugar del encuentro, parquearon en el lugar dispuesto y entraron, ambos quedaron encantados con la manera en que estaba decorado el lugar, Saori sabia hacer muy bien su trabajo, pero una punzada en el corazón despertó la tristeza de Marin, hacia unos años atrás en ese mismo lugar contrajo su matrimonio con Kanon, lo miro de reojo, el lucía guapo, elegante e inalcanzable, ella solo se resigno a seguir como si nada.

Por fin entraron y los recibió la pequeña Sasha, comentadole todo sobre la fiesta y el permiso especial de sus padres para degustar todos los dulces que pudiera ese día. Kanon continuo hasta el pequeño cuarto donde estaba su hermano, quien lo esperaba tomando un whiskie y revisando unos papeles, levanto la mirada para percatarse de que era a quien el esperaba.

- Hermano, que bueno verte - rompió el silencio Kanon, pero al ver el gesto de Saga solo se limito a sentarse - y ahora que se supone que hice?

- Lo sabes muy bien, no te hagas el idiota.

- Me queda bien el papel.

- No te quieras pasar de listo, solo te pido que te comportes, esta es la fiesta de nuestra compañía y no necesito espectáculos, entendido?.

- Que agua fiestas eres - bufo - esta bien me portare a la altura.

- Claro que no imbécil - Saga se levanto y camino hacia el frente de la pequeña mesa y apoyándose en ella y mirando de frente a Kanon quien ya tenia en sus mano un vaso con el mismo licor que tomaba su acompañante - te he dicho muchas veces que si no quieres a Marin, te separes, es lo mas sano para ti y para ella, y de ahí hagas lo que quieras.

- Este no es el momento de hablar de eso.

- Ni este ni ningún otro Kanon - suspiro - espero que no tomes una decisión cuando ya sea tarde.

- Se como hacer las cosas, no me des sermones - se tomo el trago de un solo golpe, dejo el vaso en la mesa y salio.

Cuando salio a la terraza, vio como Marin jugaba con la pequeña, ella era sencillamente hermosa, era buena persona, amable, sincera, noble, cualquiera que la conocía, no podía decir nada malo de ella, porque eso era como una afrenta a la misma naturaleza, pero que le pasaba, porque no era capaz de dejarla ir, de ponerle un alto a esta situación que no era buena para ninguno de los dos. Sus pensamientos fueron interrumpidos por la pequeña quien lo invitaba donde estaba su esposa a que jugara con la dos. El para no ser descortés se sentó junto a ellas.