CAPITULO 10 A TU LADO

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Shaina conducía el auto, Marin iba en el asiento del copiloto, mirando por la ventana con la mirada perdida en la nada, su amiga de vez en cuando la miraba de reojo, no lloraba, no hablaba, solo el suave movimiento de su pecho le confirmaba que estaba con vida. Siempre pensó que esta situación pasaría, lo que se preguntaba era porque ambos la alargaron, ciertamente Marin aun amaba a Kanon, pero y el, que macabro juego tenia con ella.

- Marin - ella se giro hacia su amiga - quieres hablar? - negó con la cabeza - entiendo - se pararon en un semáforo en rojo.

- Quisiera - Shaina se respingo, realmente le sorprendió escucharla - quisiera una malteada de chocolate.

- Vale, tendremos una malteada de chocolate - Se desviaron hasta que llegaron a una heladería e hicieron su pedido, ya nuevamente en el auto emprendieron su camino a casa.

- Recuerdo que mi papá nos llevaba a mi hermano y a mi después de los entrenamientos a tomar malteadas y hamburguesa, esta era su preferida.

- Te has comunicado con ellos? - Marin negó con la cabeza - deberías contactarlos, obviamente ahora no, cuando estés mas tranquila - Marin sorbió su malteada.

- Sabes lo que van a decir, verdad?

- No, creo que te juzguen, familia es familia Marin - esbozo una mueca que por lejos era una sonrisa. Marin encendió la radio y el resto del camino, escucharon la música que en algo ayudo a tranquilizar a Marin.

El resto del camino fue en silencio, en el ultimo semáforo, Shaina envió un mensaje a Milo anunciando que pronto escarian allí, este le aviso a Aioria.

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- Sabes, hay muchas cosas que debes explicar? - le dijo Milo a Aioria.

- Como que? - hizo un gesto con la cabeza, invitándole a hablar mientras se asomaba a mirar como iba la lasaña.

- Desde cuando eres tan amigo de Marin?

- No somos tan amigos - Milo entrecerró los ojos y sonrió.

- Si claro.

- Cree lo que quieras - se sobo los ojos y se sentó apoyado las manos en la mesa que estaba en la cocina - veras, la conocí de casualidad en un restaurante y nos volvimos a encontrar siempre de casualidad y creo que eso ya lo conté.

- Claro.... casualidad - Milo sintió la puerta abrirse y salio a recibirlas, Aioria se quedo estático, no sabia que hacer, solo escuchaba los intercambios de saludos de las personas afuera.

Milo, se sorprendió de ver a Marin tan desencajada y abatida, se acerco a ella y la arropo en sus brazos, le dio un beso en la cabeza, quería que sintiera que a pesar de todo, ellos estaban para apoyarla, Marin, se aferro a el. Unos pasos llamaron la atención de la mujer que de a poco se deshizo del abrazo de su amigo y giro hacia donde esos pasos se detuvieron y grande fue su sorpresa cuando lo vio allí de pie, sus ojos se abrieron y se llevo la mano a la boca, Aioria la miro con sus intensos y hermosos ojos verdes y le sonrió, extendió sus manos y la llamo

- Marin - ella corrió hacia el y el la recibió, la abrazo tan fuerte como pudo, beso su cabeza como antes hubiese hecho Milo, este y Shaina no entendían esa cercanía, justo cuando el le dijo que no eran tan amigos - estoy aquí, a tu lado, siempre - Marin entonces lloro, desahogando todo el dolor que llevaba.

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- Y entonces? - pregunto Saga, mientras se paraba frente a su hermano - de que quieres hablar? - ya estaban en la casa su casa.

- No puedo pasar una noche tranquila con mi hermano, porque siempre debe haber algo malo, que poca fe me tienes.

- Hace mucho tiempo deje de tenerte fe, hermano.

SECRETOS Y MENTIRASWhere stories live. Discover now