CAPITULO 26 DUELO

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Aioria marcaba un día más lejos de casa, gracias a que se dedicó de lleno a su trabajo, su regreso estaba más cerca de lograrse, Ikki se quedaría a cargo de la última parte del proyecto y entrega del informe de ese mes, para así presentar el informe final.

Su tiempo en la isla era agradable, lo único que le hacia falta era poder comunicarse con su hermano y Marin, pero estaba sacando el mayor provecho a la lejanía.

Se dispuso para ir a almorzar y en el camino hacia el comedor se encontró con Lithos, quien también se alistaba para irse a su turno.

- Hola Lithos, hace algunos días no te veo, como estas?

- Hola Aioria, he estado ocupada, eso es todo, vas a almorzar?

- Si, tú mamá me aviso que ya estaba listo, vamos? - ella solo asintió.

Durante el almuerzo hablaron poco, Aioria notaba a su reciente amiga un tanto extraña pero realmente no le dio importancia al asunto, tenía mucho que hacer para preocuparse por otros.

Cuando el se disponía a retirarse a su oficina la chica lo alcanzó.

- Aioria, disculpa pero podríamos hablar en la noche cuando llegue de mi turno.

- Pasa algo?

- No, solo necesito - suspiro - necesito un consejo tuyo.

Un poco extrañado Aioria accedió a la petición de la Lithos, ella le agradaba si le pedía ayuda se la daría.

Por fin llegó a su oficina, se sentó en el balcón, descansaría unos minutos, el viento soplaba de manera leve en ese momento, un poco frío por la temporada pero agradable, asumía que en la ciudad ya estaría mucho mas frío.

No se arrepintió de su decisión de ir hasta allí, no solo porque le ayudó a confirmar sus sentimientos por Marin, sino que la distancia le ha permitido aprender a calmar esos malos sentimientos que estaban empezando a aflorar.

Marin era una mujer integra, que no merecía que la tratarán como un trofeo, ella era lo mas preciado para el y solo necesitaba llegar y pedir perdón y aunque ella ya no quisiera estar con él por lo meno que lo perdonara.

Luego de un rato, regresó a su escritorio y empezó a trabajar, no quería perder mas tiempo.

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Marin por su lado terminaba sus labores, ya todos los niños se habían ido y junto a Eris como siempre dejaban el trabajo organizado para el día siguiente.

Ese día terminaría de llevar sus cosas al nuevo apartamento, era mas pequeño pero justo para ella sola era mas que suficiente, su casa la iba a poner en arriendo, no aguantaba estar allí.

Káiser se ofreció a ayudarla, por lo que al subirse le envió un mensaje que él al instante respondió con una llamada.

- Hola Kaiser, no era necesario que llamaras.

- Hola Marin, no te preocupes, claro que sigue en pie mi ayuda, a que hora me necesitas?

- A eso de las cinco, esta bien?

- Si claro, estaré en tu casa a esa hora.

- Te agradezco mucho, hoy invito la cena.

- Ok, nos vemos.

Para Marin , la decisión de mudarse no fue fácil, pudo hablar con Kanon sobre ese tema y él la apoyó, después de todo la casa era de los dos.

SECRETOS Y MENTIRASWhere stories live. Discover now