Leone Abbacchio II

629 59 14
                                    

AU: Abbacchio sobrevive al final de Golden Wind



-¡O-Oh Dios!.- La fémina dejó su cuadernillo tirado en la caja, corriendo a abrazar al peliblanco sin poder ocultar su emoción, apretándolo contra ella, siendo correspondida por parte de Leone sin problema alguno-. ¡Leone! Regresaste, pensé que... que te había pasado algo muy malo, no puedo creerlo.

-Hey, no merezco tus lágrimas.- El alto hombre solo palmeó la cabeza de la muchacha, rodeando con su brazo libre su pequeño cuerpo, sin poder ignorar los sollozos apenas audibles que se sentían sobre su pecho-. Tuve una misión... difícil, pero todo acabó bien. 

-Entonces por eso estuviste fuera toda la semana ¿eh?

-No podía meterte en algo así.- El peliblanco tomó asiento en su mesa de siempre después de soltarla, soltando un largo suspiro-. Perdón.

-Está bien, Leone... me alegra que hayas regresado a salvo.- La fémina sirvió una taza de té frente al ex policia, sonriendo sin poder evitarlo, había logrado parar aquel pequeño llanto, limpiándose las lágrimas con su muñeca-. Me alegra verte de vuelta.

Habían pasado algunos años desde que el mafioso la había salvado, los dos se hicieron amigos con el tiempo y poco a poco Leone fue abriendo su corazón a la fémina. Fue un camino duro, y bastante largo a decir verdad, pero valió cada segundo, pues a pesar de la apariencia ruda del peliblanco realmente era un hombre bastante dulce, y ese era una faceta de él que solo la fémina podía ver.

-El lugar está algo vacío ¿por qué no tomas algo de té conmigo?

-¿Me contarás lo que sucedió?

-Eso... ya lo veremos.- Desvió la mirada, ocultando una pequeña sonrisa al ver como se sentaba frente a el-. Ningún idiota vino a molestar mientras no estaba ¿verdad?

-Desde que se enteraron que a este lugar lo cuida Passione se lo piensan dos veces... sobre todo porque vienes aquí algo seguido.

-No es que venga seguido, pero tienes el mejor té que he probado.- Puso una falsa cara de molestia, pues en realidad tenía razón. Abbacchio había comenzado a frecuentar aquel lugar muy menudo, a pesar de su apretada agenda y su odio infinito hacia el resto del mundo hacía siempre un lugar entre sus planes para pasar por ahí, comer algo y tomar el té mientras escuchaba hablar a aquella mujer.

-Gracias, me alegra escuchar eso.- Apoyó sus manos en la mesa, en un tímido intento de tomar las del peliblanco entre las suyas, apenas el más alto notó aquellos esfuerzos no dudó en estirarse un poco más, dejando que la fémina logre su cometido-. Me preocupé mucho por ti...

-No deberías, no merezco eso.- Soltó un suave suspiro al sentir las manos de la fémina acariciando las suyas, desviando la mirada hacia su taza de te-. Casi no lo logro... ¿sabes? Pensé en muchas cosas cuando ocurrió, y, bueno, tu rostro vino a mi mente en ese momento.

-Leone...- Dio un suave apretón a las manos del ex policia, entrelazando sus dedos con una triste sonrisa-. Lo he estado pensando mucho tiempo... desde que nos conocimos creo que cambiaste mi vida, y sé que te niegas a creer que la vida tiene algo mejor para ti, que no mereces felicidad pero... quiero ayudarte con eso. Sé que no soy la mejor del mundo, tampoco tengo cualidades extravagantes, soy alguien simple pero... pero quisiera hacerte feliz.

-Tu...

-Siempre haz mantenido distancia con los demás, lo he notado desde siempre, pero de alguna manera sentí que fui un poco más allá de eso y en serio estoy agradecida por eso, pero... quiero llegar aún más lejos. No quiero incomodarte, pero tampoco puedo ignorar mis sentimientos... así que, yo... uhm... O-Oh, creo que fui muy directa, que vergüenza, yo, uhm...

-Eres... increíble.- Abbacchio no pudo evitar ahogar una grave carcajada contra su mano, negando con la cabeza. La mirada que tenía en aquel momento era digna de grabar, aquellos ojos que apenas mostraban algo más que enojo día a día estaban mirándola con tanto amor, que la pobre chica no pudo evitar sonrojarse ante aquello, siendo imposible apartar la mirada de aquellos orbes violetas-. Tuviste más valor que yo para pedirlo... realmente estoy sorprendido, tienes las agallas que yo no tuve.

-¿E-Eso que significa?

-Debería ser algo obvio.- La violeta mirada del hombre viajó hacia la taza frente a el, una pequeña sonrisa asomándose entre sus labios-. ¿por qué alguien con una vida tan buena como tu quisiera estar con... una escoria como yo? Desde que te conocí supe que eras alguien honesto, tu sabes que no confío en cualquiera pero tu fuiste diferente... y por más que negué aquellos sentimientos por tanto tiempo no pude escapar de ellos, la felicidad que me traías era imposible de ocultar, y haber estado tan cerca de la muerte hizo que pensara en cuanto significabas para mi. 

-Leone... 

-Tal vez aprendí a las malas a aceptar mis propios sentimientos, por mucho tiempo simplemente los ignoré porque creía que no lo merecía, y en parte lo sigo haciendo. Pero ver como eso te afecta a ti es algo que no puedo permitir que siga ocurriendo, no cuando tu corazón es quien sale afectado por mis estúpidas decisiones.

-N-Nada de lo que haces es estúpido, no estoy de acuerdo con cómo te tratas a ti mismo pero... lo haces por el bien de los demás, por tu grupo.

-Quiero hacer bien las cosas esta vez, quiero ser merecedor de tu amor, así que por favor... quédate a mi lado, sé que es egoísta pedirte algo así, pero prometo cambiar y volverme alguien mejor.

-Siempre haz sido el mejor, Leone.- Los dos se levantaron de sus sillas, sin esperar más para unir sus labios, fundiéndose en un cálido beso.

Los dos habían esperado aquello desde hace mucho, años atrás tal vez, pero ninguno quiso apresurar al otro para resolver sus sentimientos. El beso fue lento, suave, apenas tanteando el terreno, pero pronto Leone tomó el control de todo, dejando a la fémina hecho un manojo de nervios entre sus brazos, el oscuro color de su labial marcando sus labios y cierta parte de su cuello después de aquel acalorado contacto.

-Lo siento, debí tener más cuid-

-Fue increíble.... No te disculpes.- Apoyó su frente contra el amplio pecho del peliblanco, ahogando una risita nerviosa contra este-. Tendremos tiempo para más de esos...

-Cuando quieras, cara.

-Te quiero, Leone.

-Yo también te quiero, cara.

.

.

.

.

.

.

Seeeh, no soy mucho de segundas partes pero realmente quería darle un toque más a ese One Shot de Abbacchio, y es que seguirá siendo mi besto husbando siempre<3

-See you next time~.


JoJo things IIWhere stories live. Discover now