44.- Cerrado.

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ÚLTIMO CAPÍTULO, pero aún subiré un epílogo!

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Castiel apretó los puños mientras Nathaniel bajaba la cabeza nervioso.

— ¿Lo sientes? ¿Eso que significa?— Castiel preguntó alarmado.

— Significa que el rubio aquí presente... — el agente sonrió divertido —seguirá siendo un peligro para la ciudad, pues estará libre y molestándote.

Ambos lo observaron sorprendidos.

— ¿Qué? —Nathaniel preguntó ilusionado.

— El fiscal aceptó tu libertad por ayudarnos, Jason irá a juicio y tú no. — El señor ensanchó su sonrisa. — Estarás unos meses en seguimiento y con algunas restricciones, pero después de eso. Podrás dejar todo atrás.

Nathaniel se dejó caer en la cama aliviado, sintiendo paz por fin después de años.

Daniel se acercó a la cama y le quitó las esposas.

— Listo, ahora los dejaré solos, los policías de afuera aún se quedarán pero es solo precaución.

Salió de la habitación y Nathaniel cerró los ojos.

Castiel se giró hacia el para notar que empezaba a llorar.

— ¡Nath!

Enseguida lo tomó de la cara con ambas manos.

— Por fin... — Nathaniel se incorporó y Castiel se sentó a su lado sin soltarlo. — Por fin se acabó...

— Así es.

Se sonrieron antes de besarse.

Al alejarse Nathaniel se limpió las lágrimas pero más salían.

— Ahora... Podré darte la relación normal que tanto quieres.

Castiel sonrió acariciando el cabello de su chico.

— Yo no quiero una relación normal, solo quiero que tú estés bien, que puedas hacer tu vida tranquilo y acompañarte en ella... A demás, contigo nada es normal.

Nathaniel sonrió enternecido.

— Gracias Castiel... Gracias por no darte por vencido conmigo.

— ¡Deja de hablar así! — reprochó — No me debes nada... Yo solo luché por lo que quería. Y como lo bueno que soy, lo obtuve.

Le dejó un beso en la mejilla y Nathaniel sonrió.

Claro que le debía mucho a Castiel, o al menos tenía por qué sentirse agradecido con él.

Lo había entendido, apoyado, esperado, amado como nunca nadie lo había hecho... Y todo había salido de ese pelirrojo naturalmente.

— Te amo Castiel.

El pelirrojo sonrió.

— También te amo, Nath.

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— ¡ERES LIBRE! — Armin entró pateando la puerta.

Nathaniel sonrió. Estaba solo en la habitación del hospital ya que Castiel había bajado a comer algo en la cafetería.

— Lo sé...

— ¿Ves? Te dije que nos ibamos a librar de ese idiota tarde o temprano — Se sentó en la cama a lado de su amigo. — ¿Qué tal te sientes?

— No recordaba si quiera este sentimiento de tranquilidad — Suspiró — Saber que ahora podré estar con Castiel... Como había querido tanto.

Amor Y Tiempo. [Castiel x Nathaniel] Where stories live. Discover now