1.- Concierto.

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Castiel fumaba en su camerino mientras se daba valor para salir al escenario. Se había enterado que viejos amigos vendrían a su presentación, y no era todo, Sucrette, la chica que le había arruinado todo el instituto, (Según Castiel.) vendría. Al parecer había regresado a la ciudad.

-Cinco minutos.- El manager le habló.

-Si...- El pelirrojo apagó su cigarro y tomó su guitarra.- Vamos.

Salió al escenario y las luces se encendieron. Todos se acomodaron y Castiel empezó a tocar intentando no buscar mucho entre la gente.

Empezó a cantar y el ambiente se encendió enseguida. La gente comenzó a corear y saltar divertida.

Castiel sonrió más relajado, tocaron unas cinco canciones y dio tiempo de calmar el ambiente con una canción lenta. Empezó a cantar esa canción que había escrito en el instituto. Todo el mundo empezó a corearla más fuerte, algunos hasta lloraban, era una canción que llegaba al alma sin duda.

Cuando el coro empezó, la puerta del lugar se abrió y Castiel observó a Sucrette entrar, pero no venía sola.

Nathaniel entró detrás de ella, se acomodaron en la barra del lugar y pidieron unos tragos. Castiel se obligó a regresar toda su atención a la canción, pero le duró poco, volvió la vista a Nathaniel. El rubio le dedicó una sonrisa algo burlona y alzó su trago en forma de brindis.

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-¡Otra noche genial!- El baterista sonrió sentado en un sillón en los camerinos.

-¡Y apenas empieza!- El bajista le dio una palmada a Castiel en la espalda.- ¿Seguro que no te interesa nadie de tu club de fans?

-Nadie, detesto a las groupies.

-Son divertidas.- El baterista se levantó.- Pero bueno. ¿Salimos por unos tragos?

-Paso.- Los dos músicos observaron sorprendidos a Castiel.- Me iré a casa ahora.

-¿Qué? ¿Estás enfermo o algo?- Preguntó el baterista.

-Solo estoy cansado, ustedes diviertanse.- El pelirrojo tomó su guitarra y la guardó en el estuche. Se despidió de sus amigos y salió hacia donde estaba toda la gente, intentó pasar lo más desapercibido posible pero enseguida varias chicas lo rodearon.

-¡Hola!- Una chica morena y de cabello rizado se le acercó, la chica era linda, de eso no había duda, pero Castiel estaba realmente harto de verla a cada lado donde iba.

-Hola, tengo que irme.

-¡Pero si apenas son las doce!- Otra chica se quejó- ¿No te tomarás ni un trago con nosotras?

Suspiró. Odiaba esas situaciones. Observó a la barra y notó que Sucrette hablaba con Nathaniel.

-¡Sucrette!- Gritó el pelirrojo sin saber que más hacer. Las chicas observaron sorprendidas como la azabache se acercaba alegre.

-¡Castiel!

-Hablemos atrás.- La tomó de la muñeca y se alejaron.

-Que sorpresa.- La chica sonrió.

-¿A que viniste?- Castiel se cruzó de brazos.

-Estoy estudiando mi especialización aquí.

-No, tonta.- Castiel volcó los ojos.- A mi concierto.

-¡Ah!- Sucrette sonrió.- Aunque me cueste admitirlo, me gusta tu música.

-¿Esperas que me crea eso? Eres demasiado delicada para este género.

Sucrette se cruzó de brazos.

-Pues me gusta, ni modo. A demás pensé que sería lindo salir con todos y tu concierto era una buena excusa.

-¿En serio vinieron todos?

-Si, Alexy, Rosa, Priya, unos amigos nuevos... hasta Nath.- Sucrette sonrió al decir el ultimo nombre, causando una molestia en Castiel.

-¿Que quieres con el rubio? Lo terminaste.

-Ninguno quería terminar.- La chica se quejó.- Y no estoy diciendo que quiero reconquistarlo...

El pelirrojo suspiró. Se asomó y vio que ya tenía el camino libre.

-Pues haz lo que quieras, veamos si te gusta este nuevo Nathaniel.- Soltó algo molesto y salió del lugar rápidamente. En la entrada se encontró con Alexy, hablaba con un chico de cabello castaño. Lo saludó con la mano y se alejó.

Avanzó unas calles hasta que se encontró a Nathaniel, quien regañaba a Amber.

-¿Es en serio?- El pelirrojo se detuvo a ver la escena. Nathaniel repetía una y otra vez que no podía seguir haciendo eso, que estaba mal, antes de que Amber pudiera decir algo, se desmayó en los brazos de su gemelo.

Castiel abrió los ojos sorprendido, empezó a caminar hacia ellos pero Sucrette llegó corriendo a ayudarlos. Castiel se frenó de golpe.

Sucrette y Nathaniel discutieron un poco pero al final los dos empezaron a alejarse, ayudando a Amber. Se detuvieron un momento mientras Sucrette se acomodaba mejor, Nathaniel volteó la vista hacia atrás y observó a Castiel. Se observaron unos segundos.

El rubio le dedicó una media sonrisa y se alejaron.

Castiel se cruzó de brazos, no recordaba la ultima vez que había visto a Nathaniel sonreír.

Suspiró.

-Y es por Sucrette...

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¡HOLA!

Otra historia con Nath y Castiel y lo mejor... ¡En la universidad! Esta nueva etapa da puerta a mucha historia 7u7

¡Espero les guste y apoyen tanto como las otras! ¡O aún más!

Gracias por leer. :)

Amor Y Tiempo. [Castiel x Nathaniel] Where stories live. Discover now