22.- Jason.

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Nathaniel suspiró al apagar el auto de Castiel frente a su departamento.

Qué el pelirrojo quisiera conocer la casa del rubio no era muy extraño, era normal que Castiel quisiera que su casa no siempre fuera el punto de encuentro.

Nathaniel volteó y sonrió. Castiel había quedado dormido casi enseguida de que habían salido y no se había movido desde entonces.

- Rockero. - Lo movió un poco del brazo.

Castiel se quejó ligeramente y se volvió a acomodar.

Nathaniel volcó los ojos.

- Vamos. - Lo movió con más fuerza.

- Déjame en paz. - Abrió los ojos y lo observó molesto.

- Te dejaría dormir aquí pero no quiero que los vecinos me molesten.

Castiel se estiró un poco.

- Ah... Tu departamento. - Sonrió al ver el edificio.

- Vamos.

Se bajaron del auto y caminaron hasta el elevador.

Por la hora, no había ni una persona cerca.

- Es un lugar demasiado bonito para un delincuente.

- Ja, ja. - El rubio se cruzó de brazos.

- Es en serio... - Castiel lo observó. - ¿Aún te mantienen?

-Si. Es la única razón por la que sigo en la universidad.

El pelirrojo asintió y ambos bajaron del elevador.

Caminaron por el pasillo hasta que Nathaniel se detuvo y abrió una  puerta.

Ambos abrieron los ojos de golpe al ver el lugar.

Todo estaba tirado, como si un huracán hubiera pasado por ahí.

Castiel entró lentamente. Nathaniel lo alcanzó del brazo y lo detuvo.

-Espera aquí, no te muevas. - El tono del rubio fue demasiado serio como para atreverse a desobedecer.

Caminó por el lugar en silencio, revisando cada cuarto. 

Al salir de su recamara suspiró.

- No hay  nadie.

Castiel asintió.

- ¡Blanca! - Gritó alarmado Nathaniel al darse cuenta que en efecto, no estaba ni su gata. -¡Blanca! - Salió del departamento y caminó por el pasillo. - ¡Blanca! - Suspiró aliviado al notar a la gata caminar hacia él desde las escaleras.

La tomó en brazos y regresó al departamento.

- ¿Y ahora? - Castiel preguntó.

- Llevate a Blanca a tu casa, yo tengo algo que hacer.

- ¿Hacer? Espero que sea una denuncia por robo.

Nathaniel negó.

-No fue un robo.

El pelirrojo observó el lugar. 

En el suelo también estaban la TV, una computadora y otras cosas de valor.

- Entonces. ¿Que fue? - Preguntó serio.

Nathaniel desvió la vista y bajó a la gata.

- Cuidala por favor... comprale una lata de comida y más tarde paso por ella.

- ¡Nathaniel! - Castiel se quejó.- No puedes irte sin decirme que pasa.

- No puedo decirte.

- Claro que puedes.

Amor Y Tiempo. [Castiel x Nathaniel] Where stories live. Discover now