Amor Y Tiempo. [Castiel x Nathaniel]

37.- Ultimo favor.

- Eres un idiota. Eso eres. - El manager observó enojado a Castiel.

Gracias a la presencia de la banda, lo habían dejado pasar a la sala de interrogatorios donde estaba su cliente.

Pero también debido a eso, ahora prensa esperaba fuera de la comisaría.

- Ya te expliqué cómo estuvo el asunto ¿En qué parte fue mi culpa? - Castiel contestó enojado.

- ¡En la parte donde te acostaste con un puto criminal!

- ¡No hables así de Nathaniel! - Castiel se levantó.

Le habían quitado las esposas en cuanto había llegado su manager.

- ¿¡Y cómo quieres que hable!? ¿Crees que alguien habla del vídeo o el nuevo disco? ¡Sólo hablan de ti comprando droga!

Castiel bufó molesto y se dejó caer en la silla.

- Puedo arreglar todo...

- No creo. La policía no está muy feliz con qué hayan ayudado escapar a tu amiga.

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Nathaniel pateó la mesa por quinta vez.

El aún seguía esposado a la silla de la sala de interrogación y solo quería que lo soltaran para salir a buscar a Castiel.

Seguramente el pelirrojo estaba en su misma situación.

- Lo jodí... Nunca debí llamar a Castiel... - Se dejó caer en la silla y suspiró.

Eso sería la vida del pelirrojo si se quedaba con el por más tiempo.

Lo mejor para Castiel era que Nataniel tomara su distancia ¿No?

Que se alejara con todos sus problemas para que Castiel pudiera tener su vida tranquila y prometedora en paz.

- Maldita sea...

La puerta se abrió y el rubio no se molestó en ver quién era.

- Vamos Nath... Es tu primer arresto, pon algo más de emoción.

Nathaniel volcó los ojos.

- ¿Que quieres?

- Ese es un tono muy feo para quién viene a ayudarte. - Jason se sentó en la mesa y observó al rubio. - ¿Una sonrisa?

- ¿Crees que estoy de humor? - Se incorporó y observó al pelirrojo molesto.- Por tu maldita culpa estoy aquí.

- No sé que te dijo Su. - Jason se cruzó de brazos. - Pero ella me rogó por la droga después de la primera vez. Y negocios son negocios.

- Pudrete.

- Necesito un cambio de actitud para poder ayudarte.

- ¿Quieres ayudarme? - lo observó serio. - ¿De verdad?

- Si. - Jason sonrió.

- Bien. Has que deslinden de todo a Castiel y déjame solo.

Jason volcó los ojos.

- Que bueno soy... El teñido salió de aquí hace cinco minutos.

- ¿En serio? - Nathaniel preguntó sorprendido.

- Si. Ahora tratemos asuntos importantes.

- No. Ahora te largas.

- Nathaniel...

- Que no.

Jason se levantó intentando no enojarse.

- Sabes demasiado de mi y no puedo dejar que te interrogue algún policía honesto.