Amor Y Tiempo. [Castiel x Nathaniel]

38.- Callejón.

- ¡Buenos días! - Amber le sonrió a Castiel, quién abrió los ojos molesto.

- ¿Que haces aquí?

- Vine a revisar si Blanca aún tiene comida.

Castiel volcó los ojos sentándose en su cama.

Después de la partida del rubio, le había rogado a Amber para que le dejara quedarse con el animal.

- Ya sabes que siempre tiene todo.

- Ayer fue una noche muy loca para ti... Me dijeron que nunca te habían visto tomar tanto... Como cada presentación...

- ¿Y? Es alcohol gratis.

- El problema no es el dinero. Es que llevas casi tres meses así.

Castiel suspiró.

- Parece mucho más...

- Lo sé.

Castiel no lo había pasado nada bien desde la partida de su novio.

Los primeros días lo buscó en todos los lugares que se le ocurrió. Hasta en los bares de Jason.

Pero la única respuesta que se había encontrado era que nadie sabía dónde estaba el rubio.

Después había pasado al enojo.

Ira por el abandono.

Había gritado mil veces que Nathaniel era un idiota egoísta, pero siempre terminaba llorando.

Ahora estaba en la época de la tristeza reprimida.

Se había enfocado a tocar y tomar.

Cuando no podía hacer ninguna de esas dos opciones, se quedaba en su departamento con Blanca.

Había aprendido a llevarse bien con la gata. Después de todo, era lo único de Nathaniel que le quedaba y eso lo hacía quererla mucho.

- Blanca tiene comida ¿Te vas? - Observó a Amber.

- De hecho... Armin llega en la tarde y pensé que salir con amigos te vendría bien.

- No tengo amigos.

- ¡Castiel! - La rubia lo observó molesta. - Claro que sí, y todos están preocupados por ti.

- Pues son unos idiotas. Estoy bien. - se levantó y caminó a la sala.

Amber lo siguió en silencio.

Castiel le sirvió comida a Blanca y esta enseguida empezó a comer.

- ¿Y ella como sigue?

- Ya come. Eso es ganancia... Aún llora.

- Como tú.

- De verdad... Amber, vete.

- No. - tomó a Castiel del hombro. - Solo sal con nosotros hoy y te dejo en tu miseria una semana.

- ¿Sólo una semana?

- ¡Vamos! - Amber le sonrió.

Castiel suspiró.

Amber y Armin le traían buenos recuerdos del rubio.

- Está bien. Salgamos.

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- ¿Salir? - Jason observó a Nathaniel serio. - ¿Para qué quieres salir?

- Para cosas que no te importan. - Nathaniel se cruzó de brazos. - ¿Sí o no?

- No.

- Jason...