21.- Fiesta.

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- Bien. - Castiel se recargó en una pila de maderas.

Nathaniel respiró para darse valor.

- Lo que diga el mundo no me importa mucho, lo que se dice de mí y se piensa... Es ridículo... Algunas cosas... Ah... - Observó al pelirrojo, quién lo veía atento. - Pero con las personas que conocía en el instituto es diferente... Llegué a pensar que eran mis amigos... Así que el que ahora todos hablen mal de mi y me vean con esa cara de asco, como si les hubiera hecho algo... - Castiel se levantó y se acercó al rubio. - Eres de las pocas personas que aún creen un poco en mi. Si te juntas con alguien que me odia tanto como Priya...  ¿Y si dudas de mí? ¿Y si prefieres a Priya? ... ¿Y si te pierdo? - Castiel abrió los ojos sorprendido. Nathaniel pateó la arena. - Sueno tan estúpido. No somos nada... Aaaagh... Olvídalo, olvida todo...

Castiel tomó al rubio y lo besó lo más fuerte que pudo.

Por la fuerza, Nathaniel retrocedió unos pasos y volvió a chocar con el poste.

Separaron sus labios hasta que sus cuerpos empezaron a exigir oxígeno.

Castiel sonrió agachándose ligeramente para recargar su cabeza en el hombro de Nathaniel.

- No salgo con ninguna persona más, Nathaniel... Desde hace un rato... Solo eres tú. Y hay una razón para eso.

- ¿Te gustan los problemas? - Nathaniel sonrió nervioso.

Castiel alzó la mirada, quedando cara a cara.

- Me gustas solo tú. No prefiero a nadie más.

El rubio cerró los ojos.

Se sentía estúpido, cursi, tonto... Pero se sentía de maravilla.

Abrió los ojos y abrazó al pelirrojo.

Por primera vez Nathaniel había empezado un abrazo. Y vaya que se sentía bien.

Castiel lo abrazó también y sonrió.

- Tampoco veo a alguien más... - Nathaniel soltó al separarse.

- Oh... - Castiel sonrió. - Eso nos deja como...

- ¿Una pareja?

Ambos sonrieron.

Extrañamente, no se sentían incómodos. Todo lo contrario, hablar esto los hacia sentirse seguros.

- Eso será. - Castiel sonrió. - ya que no puedes vivir dos días sin verme... Tendremos que ser pareja.

Nathaniel volcó los ojos divertido.

- Ah... Qué sacrifico hace el rockero...

Rieron ligeramente.

Castiel observó la mano de Nathaniel y la tomó.

- Entonces...

Un movil sonó y Castiel bufó molesto mientras lo sacaba de su bolsillo.

- ¿Qué? ... ¿Y me hablas para eso? ... ¡En serio que no sirves! Eso háblalo con Alejandro, por algo el toca el bajo... ¡Gran idea!- Soltó sarcástico.- Adiós.

Nathaniel lo observó burlón.

- ¿Trabajo?

- Nuestro manager es un inútil...

Nathaniel asintió.

- Bueno... Podemos...

El celular volvió a sonar.

Castiel lo observó. Era Priya.

- Ah...

- Contesta. - Nathaniel habló. - Viniste con ella después de todo.

Amor Y Tiempo. [Castiel x Nathaniel] Where stories live. Discover now