| ADVERTENCIA: smut |
Después de lo ocurrido en Endgame, nadie es igual, especialmente Heather Potts, cuya vida dará un giro completo al regresar del Chasquido y darse cuenta que sus padres han muerto.
Asistir a una secundaria llena de idiotas y...
—Heather es muy suertuda.—susurró con una corta sonrisa mientras analizaba su rostro.
No podía creer lo diferente que Peter era de los demás. Tan amable, respetuoso, guapo... La música de Star Wars desvaneció sus pensamientos y su mente se concentró en la película.
Yo soy el suertudo, pensó Peter. Miró por décima quinta vez en la última hora su celular por si Heather le había escrito, pero no tenía ningún mensaje.
¿En qué estaría tan ocupada?
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Heather estaba en su cama con su computadora sobre sus piernas. Leía detalladamente una página cuando el pestillo de la puerta se movió.
—¡¿Por qué te encierras?!—exclamó Nico desde el pasillo.
—Para que no entres.—respondió tranquila.
—Traigo comida.
Heather se levantó y corrió a abrirle. Nico llevaba dos pie de limón y una sonrisa ladeada. La chica sintió un vuelco en el estómago al recordar que ese era el postre favorito de su mamá.
—Los hizo Emma.—dijo el chico.
—De seguro tienen veneno.—bufó.
Nico se sentó en la cama y empezó a comer su pie. Por el rabillo del ojo leyó el artículo en la pantalla del computador y casi se ahoga. Abrió los ojos como platos.
—¿Por qué lees "Cómo tener sexo" en cosmopolitan.com?—preguntó sorprendido.
—¡No lo veas!—Heather se abalanzó para quitarle el aparato, pero cayó sobre el pie.—Ugh, ensuciaste mi cama.
—Al parecer tu quieres ensuciar la de Parker.—rió Nico.
Heather le arranchó el computador.—Déjame en paz.
—¿Es por lo que te dije el otro día?—preguntó el chico.—Heather, era broma. Eres una niña de dieciséis años. Nadie te está presionando a...
—¡Sí quiero hacerlo!—le interrumpió.—Y sólo eres 3 meses mayor que yo.
Nico suspiró.—Ok, déjame ayudarte a investigar. No quiero que entres a una página para adultos sin querer.
