Caricias bakutoko

CAP. 3

No logro comprender ¿Por qué a mí?

Quiero decir ¡¿porque todo lo que cruza mi mente a cada puto segundo es ese maldito bastardo?! ¡coño, ni yo me entiendo!

Ya desde hace tiempo que me veo a mi mismo observándolo. Es difícil, no puedo evitarlo. Me pregunto ¿Cómo sería tocar su piel? ¿marcarla? ¿besar su rostro?

La curiosidad me carcome, pero lo que más me atrae, son sus plumas. ¿Cómo se sentirá acariciarlas? ¿y qué hay de su sombra? Su apariencia se me hace extraña, es como si fuera estática ¿se sentirá igual?

Muchas veces lo vi acariciándolo, y muchas otras me vi a mi mismo en mi mente dándole una caricia.

No lo negare, desde el primer momento me pareció alguien curioso, no todos los días ves a alguien con su apariencia tan peculiar. Pero, después de un tiempo, esa curiosidad se volvió interés, y cuando menos me di cuenta, se volvió algo más fuerte.

Tengo que admitirlo, tuve miedo.

Si, tuve miedo ¿y qué? Esto que siento no es normal, mi estómago se revuelve, mi rostro arde, mi corazón...salta.

Lo comparé con una enfermedad, así que fui a ver a la anciana. ¿pueden creer que la muy ancestra se rio en mi cara? ¡en mi cara! ¡y después me dijo que no estaba enfermo sino enamorado! ¡¡pero que estupidez!! ¡¿yo, enamorado?! ¡¡PATETICO!!

Empezó a negarlo, cuando me daba cuenta que lo observaba, apartaba la mirada y me golpeaba por dentro. Me desquitaba en los entrenamientos contra lo que fuera. Odie más a deku, porque si, él siempre tiene la culpa de todo.

Mis esfuerzos estaban dando frutos, comenzaba a olvidar ese sentimiento, pero parece que a la vida le encantaba joderme.

Me toco luchar con ese miserable en un entrenamiento de parejas. ¡me la suda, que se joda el profesor, no pensaba trabajar con ese bastardo! Pero el muy gilipollas tenía que amenazar con reprobarme el semestre, no me quedo de otra.

Me la tire contra él, le eche en cara varios insultos desde el comienzo, pero su sombra bastarda tuvo que intervenir. Muy astuta la hija de perra, sabe dónde golpear para ganar. Salimos terceros del entrenamiento ¡el puto deku salió primero, bastardo!

Pero eso no fue lo que me cabreo, bueno, no del todo. Lo que me jodió realmente ¡fue esa maldita sonrisa que me vino dando vueltas todo el día! Se la dio a su sombra cuando nos dejó libres después de sermonearnos.

Me lleve al pelo pincho del brazo y lo arrastre hasta las duchas, soltando todo tipo de barbaridades contra el aire. En las duchas casi me arranco los pelos de tanta frustración.

- ya bakubro, no te enojes tanto, la próxima le ganaras a midoriya

- ¡no te metas pelos de mierda, no soy tan imbécil como para enojarme por una pequeñez tan estúpida!

- wow ¿le dices pequeñez a eso? Ok ¿Quién eres y que le hiciste a mi bro?

- ¡¿a qué viene eso pelo pincho?!

- ¡mi mejor amigo no llamaría "pequeñez" el verse vencido por midoriya! Es más, lo habría agarrado del cuello de la camisa, lo habría zarandeado, y mientras hacía eso, le habría gritado "¡¡No te acostumbres deku bastardo, la próxima no solo te pateare el trasero, sino que te dejare hundido en la tierra y bailare sobre tu tumba!! ¡¡MUEREEE!!" Y habría explotado el lugar - ¿porqué de todos los extras este tenía que conocerme mejor? - ¡porque soy tu mejor amigo!

- ¡¿qué carajos?!

Y el muy imbécil se rio ¡tiene suerte se poder endurecer su piel porque la explosión que le metí lo habría sacado de orbita!