Caricias bakutoko

CAP. 28

En el capítulo anterior se me olvidó dejar una nota donde aclarara que los personajes mencionados; tsumiki, mayoi, io, sakaki y miiko no son de mi pertenencia, sino más bien del anime/manga Acchi Kocchi, y su autor es Ishiki. Literalmente, sólo eso, Ishiki, no pude encontrar su nombre completo, tal vez es un alias.

Como sea, sólo quería dejarles eso en claro, y para quienes no conozcan a los personajes, los invito a buscarlos en google, o directamente verse la serie. Esta consta de 12 capítulos y un especial, 13 en total, sus nombres completos están en el capítulo anterior.

Ahora sí, a lo que vinieron, disfruten del capítulo de hoy.

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Las vacaciones de verano estuvieron bien, pero ya es hora de regresar a la escuela. Como era de esperarse, varios de los alumnos se resignaban a volver, pero no podían hacer nada en contra del tiempo. Además, no les faltaba mucho para graduarse y convertirse en héroes profesionales. Eso era algo que todos esperaban con ansias.

- tokoyami-san – llamó la delegada de la clase a su amigo azabache, el cual estaba por tomar rumbo a su correspondiente edificio antes de escuchar la voz de la muchacha – con los demás nos preguntábamos si te gustaría acompañarnos esta noche en la cena – preguntó con una sonrisa

- lo lamento, yaoyorozu, pero debo rechazar la oferta. Es tarde, y la sensei podría preocuparse si no regreso pronto

- oh, ya ve, es una lástima. Bueno, la próxima vez será, supongo – el azabache asintió con su característica seriedad – ten cuidado en el camino, puede ser peligroso a estas horas

- gracias por la preocupación, pero estaré bien. Dales las buenas noches de mi parte a los demás – ella asintió sonriente

- así lo hare. Nos vemos pronto, tokoyami-san – él se despidió de igual modo, y salió del lugar, comenzando a caminar tranquilamente bajo la brillante luz de la luna

No le tomó demasiado tiempo llegar hasta donde se hallaba su edificio. Mejor así, ya que necesitaba descansar correctamente antes de retomar sus clases. Ya les llevaba el ritmo, pero eso no apartaba el hecho de que las clases eran bastante complicadas. Se frotó la cien con los dedos. De sólo pensar las cosas que deberían aprender en esta última mitad del año ya le estaba dando dolor de cabeza. Dejó salir un suspiro de cansancio y se soltó el cabello; la coleta sólo empeoraba el dolor.

Estaba a punto de abrir la puerta cuando fue repentinamente jalado del brazo, llevándose una gran sorpresa al verse acorralado en la pared de su edificio por nada menos que el adonis caído del cielo que tenía por novio. Pero ¿de dónde salió?

- ibas tan distraído quemándote las neuronas que no me notaste – bien, eso respondía sus preguntas internas, a lo que soltó otro suspiro por la facilidad que tenía el otro para leerlo

- ¿Qué haces aquí? ya es tarde para que andes jugando al acosador – dijo con un tono de notorio cansancio mientras se frotaba la cien con una mano, pero se le hizo extraño el hecho de no escuchar sonido alguno provenir del cenizo, por lo que alzo la mirada para fijarla en el otro par de orbes carmesí - ¿katsuki? – de nuevo, sin contestación, sólo vio cómo el muchacho acercaba su mano hasta tomar uno de los mechones azabache que caían por sobre sus hombros, y lo acarició con su pulgar, sin abandonar la mirada tranquila que, desde hace rato, llevaba en su rostro

Sin embargo, eso no fue todo. Acercó más su rostro, y llevó el mecho hasta sus labios, depositando un suave beso sobre ellos. Luego de eso, deslizo su mano entre las demás hebras, acariciando su mejilla, y observándolo con una expresión demasiado calmada para ser ese mismo chico explosivo del que se enamoró. Pero, no podía negar que le encantaba cuando se ponía así de cariñoso, se le hacía...tierno.