Maratón 7/7

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Final

CAP. 15

Cuando regresaron del campamento, las clases tomaron un ritmo veloz. Las cosas no eran tan complicadas ahora que habían experimentado un sufrimiento tan atroz como el que vivieron en el campamento, pero los alumnos de la clase A saben que valió la pena todo ese esfuerzo.

Ya habían pasado un par de semanas desde que regresaron a las clases, y no había pasado nada especialmente problemático, como lo llamaría aizawa.

En los pasillos del segundo piso, en el edificio 1A, se escuchaban pasos apresurados y pesados. En la puerta de cierto azabache, se hizo presente una sobra muy particular, de cabello picudo y buena complexión física.

Dentro de esta habitación, más específicamente en la cama, se hallaba un pequeño bulto que subía y bajaba con lentitud. La persona debajo de aquellas suaves mantas parecía tener el sueño pesado, pues no se movió ni un centímetro cuando la puerta fue abierta de golpe y se escuchó un pequeño grito de molestia.

- ¡oye! ¡levanta el trasero y llévalo al gimnasio de una vez! – decía katsuki un tanto cabreado, mientras se acercaba hasta aquel cuerpo inmóvil sobre la cama - ¿escuchaste lo que te dije? Estuve esperando desde hace quince minutos que te dignaras a bajar para que entrenáramos de una vez. Muévete o te bajare a las rastras – esa amenaza era claramente una mentira, pero la pequeña vena que salto en su frente al momento de escuchar un pequeño ronquido provenir de aquellas mantas, era una clara señal de que en cualquier momento explotaría – si estas despierto y solo finges para subirme los humos, te digo que lo estas logrando ¡ahora sal de la maldita cama o la explotare! – exclamo jalando de las mantas con fuerza, buscando despertar al individuo que dormía bajo estas, quien solo extendió un brazo buscando aquella suavidad que tan reconfortado lo tenía

Al no encontrarla, levanto su cuerpo con pereza hasta quedar sentado sobre el colchón, y tallo su ojo derecho para despertar. Soltó un bostezo y extendió ambos brazos hacia arriba, haciendo sonar un par de huesos en el proceso. Dirigió una de sus manos a su cabeza para rascarla, pero se detuvo al momento en que noto algo extraño. Tenía entreabierto los ojos, pero los abrió más cuando noto lo que era aquello. Retiro la mano de su cabeza y la puso frente a sus ojos, moviendo los dedos uno por uno con lentitud. Volteo la mano y vio el dorso de esta, para luego observar su otra mano y repetir la acción anterior. Llevo ambas manos a su rostro y comenzó a tocarlo por todas partes, hasta que el pánico se hizo presente, y pego un grito tan grande que se cayó de la cama.

- ¡¡AHHHHHHHHH!!

Tal grito se escuchó por toda la instalación, y eso hizo a los alumnos preocuparse bastante, por lo que ya se escuchaban sus pasos apresurados correr hasta la fuente del grito.

- ¡¿Por qué carajo gritas así?! – preguntó katsuki destapándose las orejas y observando al azabache tirado en el suelo, quien se miraba todo el cuerpo y tocaba de aquí para allá con terror, soltando sonidos extraños

- ¡¿Qué ocurre aquí?! ¡tokoyami-kun, dinos el porqué de tal grito!

- ¡tokoyami-kun! ¿te encuentras bien? ¡¿Qué le hiciste ahora, kachan?!

- ¡¡yo no le hice nada, deku de mierda!!

- ¡¿entonces porque grito así?!

- ¡¿y yo que mierda voy saber?!

- ¡¡pues algo le abras hecho para que gritara de esa forma!!

Los alumnos comenzaban a llegar hasta aquella habitación y comenzaban a cuestionarse la razón por la cual tokoyami estaba tirado en el suelo, con aparente pánico y los ojitos cristalizados. El cenizo seguía discutiéndole al peliverde, y con algunos que se metieron para acusarlo de lo que él no hizo, hasta que todos se callaron cuando vieron al azabache levantarse y caminar con lentitud hasta katsuki. Este último se volteó al sentir un pequeño jalón en su camiseta, y se encontró con aquellos ojos que lo observaban específicamente a él, detrás de un manto cristalino. El cenizo miro con detenimiento aquellos orbes, y noto algo diferente en ellos, diferente para los demás, pero que él supo reconocer.

Caricias bakutokoWhere stories live. Discover now