Caricias bakutoko

CAP. 17

Silencio.

Sorpresa.

Felicidad.

Una gran sonrisa, y un grito repentino.

¿Qué ocurre aquí? Yo les diré.

Kirishima estaba regresando a su habitación, luego de un buen rato jugando videojuegos en el cuarto de su amigo eléctrico. Abrió la puerta y vio el teléfono de katsuki sobre su escritorio. Recuerda porque el cenizo lo había dejado allí, pero le sorprende que se lo haya olvidado, así que lo tomo y se lo llevo. Al abrir la puerta, se encontró con que su mejor bro, estaba tranquilamente dormido; acurrucado con el azabache de ojos rojos. A continuación, se escuchó un grito muy femenino. Obviamente no fue el pelirrojo, sino la persona a su lado, mina. Ella quiso acompañarlo para molestar un poco al cenizo mientras dormía, pero pego tremendo grito al ver esa hermosa y maravillosa escena.

Por su puesto, el par se despertó, y varios en el edificio escucharon el grito. Fueron corriendo, guiados por el escándalo que le siguió. Al llegar, vieron a bakugou persiguiendo furiosamente a la pelirrosa, y a esta última corriendo con una gran felicidad impregnada en el rostro.

Nadie comprendía la situación, menos lo que mina tanto chillaba.

- ¡¡ahhh, no puedo creerlo!! ¡¡es real, es reaaal!! ¡¡finalmente está sucediendo, que alguien me pellisqueeee!!

- ¡¡te voy a reventar toda la puta cara si no cierras la maldita boca, ojos de mapache!! – gritaba katsuki con los ojos en blanco y generando explosiones

Midoriya se acercó al pelirrojo, quien se apoyaba en la pared, y pregunto confundido.

- kirishima-kun ¿Qué-que le sucede a kachan?

- a, pues, no sabría explicarlo, yo tampoco entiendo mucho lo que pasa jajajaja – soltó una pequeña risa nerviosa

De la nada, la puerta del cenizo se cerró con gran fuerza, y todas las miradas se posaron sobre el objeto. Katsuki dejo de perseguir a mina y camino con gruñidos hasta entrar en su habitación, más abrió la puerta y amenazo a los demás.

- váyanse a dormir, malditos extras bastardos. No quiero escuchar a ninguno de ustedes dentro de los siguientes diez segundos, o la pagaran – y volvió a cerrar la puerta

El pasillo quedo en silencio, pero enseguida, todos comenzaron a desearse las buenas noches y se dirigieron a sus habitaciones. Claramente no pasarían por alto la amenaza del cenizo, casi nada de lo que él decía debía ser tomado a la ligera. Solo unas pocas cosas, MUY pocas cosas.

Kirishima, apenas se tumbó en la cama, envió al grupo aquella foto que tomo antes de que su amiga de ojos negros gritara de forma escandalosa. Le parecía impresionante haber encontrado a su bro y al plumífero en aquella posición. Si significa lo que él cree, entonces el de hebras cenizas estará de un humor considerable en la mañana.

Regresando unos segundos atrás, al momento justo en el que tokoyami cerraba la puerta, solo fue cuestión de un instane para que katsuki entrara en la habitación. Pudo escucharlo amenazar a sus compañeros.

- malditamente ruidosos – dijo entre dientes, echándose sobre la cama, y abrazando al azabache

Fumikage se volteó y rodeo al cenizo, pegándose más a su pecho, y este apoyo su mentón en la cabeza emplumada del de ojos rojos.

- tú fuiste más ruidoso – murmuro apenas

- baku, eres muy gritón – le dijo dark shadow adormilado, colándose por debajo del brazo de katsuki, y acurrucándose para tener más calor