Capítulo 18

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  Respire profundamente mientras terminábamos de cancelar la cuenta, en realidad Gael, se negó rotundamente a que aportara ni la más mínima parte.

  Camine hacia el borde de la acera sin percatarme del auto cercano, y una mano me atrajo de vuelta a la pared del local. Desvaneciéndose en el aire. Mire a los lados mientras los autos tocaban fuerte el claxon ante el casi accidente y el chirrido de los neumáticos reanudando la marcha después de detenerse tan abruptamente.

  Gael inmediatamente salió del local observando los alrededores sorprendido fijándose si estaba bien. Examinando mi rostro perlado en sudor y pálido.

-          ¡Santo Dios! ¡¿Estas bien María?! ¡¿Qué pasó?!.

-          Creo que, solo iba descuidada con el teléfono, solo eso.

-          ¿Y donde esta? ¡¿Te lo han robado?!

Busque a tientas a mi alrededor sin moverme aun, mientras el se doblo a tomarlo de vuelta. Colocándolo con cuidado entre mis manos apretándolas.

-          El trabajo puede esperar, no andes revisando el aparato cada cinco segundos, no se ni como no fuiste atropellada. – Me abrazo instintivamente y algo en mi hizo repelús absoluto, alejándome de el conscientemente. El lo noto. 

-          ¿Te…? , lo siento, no debí acercarme así, no me tienes ese tipo de…

-          No. – le detuve con la mano – esta bien, solo… solo quizás, hoy estoy, rara, quizás solo no es mi día.

Me examino por unos minutos, y luego asintió.

-          Bien, vamos, nos esperan para una reunión en… - tanteo su muñeca y se sorprendió. – en quince minutos.

Este, definitivamente no era mi día.

Había olvidado por completo la reunión con los asociados de Rusia con la empresa. Mire mi atuendo si no había sido manchado y/o ensuciado luego de todas mis estupideces hasta hace unos momentos, al parecer seguía intacta y agradecí al cielo por ello, mientras subía al piso correspondiente de la edificación, la pelirroja me atendió amablemente extendiéndome mis documentos y chequeando mi carnet de identificación, luego del bip, la oficina de reuniones abrió las espesas puertas de caoba para ambos, Gael corrió por las carpetas para cada socio mientras yo preparaba las diapositivas para la explicación.

  La rubia del café apareció con los detalles de las pastelerías y dejo una taza negra sobre cada porta vasos junto a una botella de agua mineral. Una vez cargado los datos coloque a tiempo la carpeta con los detalles destacados del proyecto a fin de evaluarse correctamente – algo que hacia personalmente siempre para Fab... Ignazio. Negué con fuerza. No tenía tiempo para mis confusiones mentales. -  Una vez todo en orden adecuadamente, podía irme tranquila mientras ellos evaluaban.

-          Pueden pasar, esta todo en perfecto estado.

   Comente a Ignazio, con cabeza fría observándole. Mis labios ardían, los toque con susto, y luego le mire a el, que miro inmediatamente al frente.

-          Bien, eso es todo, puedes retirarte. – Así, frio.

Observe alrededor, viendo a la pelirroja acercarse con carpetas y soltando su moño, caminando elegantemente.

Saga Delucios 3: Magnate Atemporal (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora