Capitulo 4

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Desperte medio confundida, me dolia demasiado la cabeza como para pensar claramente algo, lo que sea. Me detuve a observar el suelo y mis pies algo sonámbula aun, de repente todo el sueño desaparecio dejándome en una nube de insomnio increíble. Me moleste un poco por despertarme mucho antes de mi hora habital los domingos – mi único y santísimo dia para descansar – había cometido un sacrilegio, volvi a meter los pies a la cama pero no funcionaba, seguía sin dormir.

  Mi cabeza rondaba en los miles y centenares de bolívares que aun no me cuadraban para aquellos estados financieros, porque si aquella era la verdad. Las empresas estaban en serios, muy serios problemas. Al igual que nosotros.

 Camine un largo rato, me detuve en la ventana mirando hacia afuera, mire mi reloj de repisa entonces entendí el cansancio de mi cuerpo, apenas si había dormido dos o tres horas. Eran las seis de la mañana. Con toda razón mi cuerpo protesto pero mi mente... apenas cerraba los ojos y veía cálculos, números, incovenientes para calculo adecuado, documentos... si, la maravilla de estudiar finanzas. Por supuesto, me sentía muy muy inteligente y útil pero mi mente pedia auxilio entre tantas cosas. Si no fuese porque no soy tan calmada para vivir toda mi vida enseñando niños me habría ido por educación. Pero no, yo quería algo interesante. Interesante... que tal noches sin dormir, no poder tener vida personal, ni gozar de un fin de semana completo, claro era muy interesante tener una vida muy parecida a la de los ingenieros.

  Di una gran bostezada levantándome por fin a la cocina por un vaso de leche tibia – o lo que sea que me devolviera el sueño. – Al entrar a la misma, vislumbre a mi abuelita parada tomando café recién hecho, aspire el aroma que ahora bendecia con tanto amor y costumbre, no lo soportaba pero hasta llegar a las primeras declaraciones del impuesto sobre la renta, se había convertido en mi mas intimo y entrañable amigo.

  Mi abuelita suspiro al verme levantada y di una media sonrisa sentándome en la silla mas cercana.

-          ¿Sin sueño Maria?

-          Sin sueño abuelita... - dije casi a punto de llorar.

-          ¿Has probado leche tibia?

-          No... - dije conteniendo el sollozo.

-          Te preparare un vaso, pero la verdad me preocupa ese trabajo tuyo... es demasiado fuerte. ¿Seguro te gusta?

Bien, podría detestarlo, sino fuese.. Por el.


 Solo asentí.

-          ¿Nada fuera de lo común que contarme? – supuse que había notado algo raro en mis facciones.

-          No abuelita... quiero dormir por favor...

Solloce un tanto, mientras mi pequeña sobrina se unia a mi lado con su pequeña muñeca Taty o algo asi le llamaba. Sonrio mientras mi hermana venia con la cara descompuesta y el cabello enmarañado lo que indicaba que recién se levantaba. La tomo de la cintura y la regreso cargando en su espalda como raptada mientras volvia lentamente al cuarto.

-          Creo, que volverá loca a Daniela...

-          Bueno, a quien no... mira ser domingo y despertarse tan temprano a jugar.

-          Pues la entiendo... yo solo quiero dormir.. – me queje golpeando la mitad del rostro sobre la mesa.

-          Ten... prueba con esto...

Observe el vaso callada y luego a ella.

-          Eso no es leche tibia abuelita.... Y es, muy temprano para beber me parece a mi.

Saga Delucios 3: Magnate Atemporal (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora