Hacia ya un año desde aquel sueño, efectivamente al ir a comprar el pan esa noche, me tope con un hombre, pero no era el mismo... de hecho era alto, mucho mas delgado aunque musculoso y con unos inmejorables ojos azul cielo con una sonrisa tan destellante como el mismo sol.
Quien ahora era mi jefe inmediato por el momento, y que ademas, se habia convertido en un muy buen amigo mio.
Y en el fondo, la verdad, es que me gustaba y mucho.
Al momento de entrar a la compañía fui automaticamente dirigida a la sala de joyerias para llevar la contabilidad de todas aquellas de la region. Y lo cual no era una tarea sencilla. Al ir cambiar mi carpeta por una de un cliente vacio me tropece con Gael. Mi jefe. Parecia divertido de mi azoramiento, por otro lado, estaba aquel hombre, un hermoso rubio, de ojos azules. Si no fuera por la diferencia del aspecto... en que su cabello era castaño oscuro y no rubio casi platinado como el hermoso hombre de mis sueños...
Juraria que era Fabrizio.
Si, no lo olvido. ¿Quién olvidaria a alguien tan perfecto?
Sin embargo, podia er en esa mirada que a veces me daba algo extraño, jma cruzabamos palabras, y de hecho, yo parecia importarle un semejante pepino porque platicaba mas con mis compañeras Cecilia, y Jeanneth que conmigo.
De hecho a mi, ni me dirigia la palabra, lo cual era incomodo, porque resulta que el joven Ignazio – asi se llama – resulta ser el tatara nieto del mismisimo señor Vittore dueño absoluto del emporeo.
Estruje mis carpetas al pasar por un lado de el mientras el seguia de camino a su oficina y cerraba con tranquilidad sorbiendo de su café.
Estupido, guapo pedante.
Recuerdo al mes de estar trabajando en la oficina y resulta que llegue mas temprano de lo debido, y algo me decia que pasaria cualquier cosa. El hombre se aparecio tras de mi silenciosamente tomando una silla y sentandose de frente a mi escritorio mirandome fijamente mientras ladeaba aquella enigmatica sonrisa.
"- Hola, buenos dias... Bienvenida a la empresa. Tranquila no estes asustada, solo me quiero presentar como es debido. Mi nombre es Ignazio Vittore... si mi tatarabuelo es el señor Vittore, en fin... yo soy el jefe al departamento de las Contabilidades, y claro esta mano derecha del jefe,
Recuerdo haber pasado cerca de dos o tres minutos tan silenciosos que luego me sorprendio solo mirandome y preguntar de la nada.
- ¿Tu como te llamas?
En ese momento pense seriamente. "Este tipo no es nada normal..."
Luego de responderle el simplemente me observa y se levanta mirandome.
- "Pues estoy disponible para cualquier cosa que necesites"
En aquel momento yo pense que desde alli todo mejoraria, pero no lo hizo de hecho siguio manteniendose al margen conmigo sin cruzar mayor palabra o mirada.
Desde ese momento literalmente, lo odie.
- Cecilia... ya he terminado todo... ¿Qué otra cosa debo realizar?
- La verdad... - ella parecio dudar mirandome confundida.
Al principio ni a ella le caia bien, o quizas pasablemente, ni a Jeanneth, casi me hicieron la guerra al llegar pero despues automaticamente dejaron de molestarme por caerles bien, Jeanneth era la secretaria del mismo señor Vittore quien jamas.
Jamas
Se dejaba ver.
De hecho miles han pasado por alli y el era practicamente el señor Charlie, Si, de los Angeles de Charlie, su voz a traves del parlante. Todo a ser firmado debia ir en fax o comunicarsele por via telefonica.
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Saga Delucios 3: Magnate Atemporal (En Proceso)
Paranormal"El principio de todos los males es, el amor al dinero". El principio de sus males, es tener que trabajar por ese dinero. Lidiar con un jefe, ya causa de migrañas. Lidiar con un magnate que parece un ser invisible y desconfiado, ya es causa de di...
