Capitulo 15

3.1K 256 24
                                    

  Habian pasado un par de semanas desde el incidente, al menos, el respetaa que no quisiera verle la cara. Poque de seguro con un chasquido de dedos podria abrir esa puerta y mandarla a Jupiter. Pero, el sabia que no recibiria respuesta de mi parte.

  Porque estaba destrozada.

  Respire profundamente mentras seguia revisando los datos. Teclee una vez más la informacion, esperando los resultados generales en el balance. Al menos las joyerias parecian medianamente controladas. Una preocupacion menos. Era una trivialidad comparada con mi realidad, pero de alguna manera debia enfocarme en algo mas que no fuese mi vida, mi mundo y mis problemas. Vivia mi propia burbuja universal de trivialidades.

  Pestañe un rato, luego me pase las manos por los ojos restregandolos. Me fije en la hora, eran casi las cuatro de la mañana. Por lo menos, era favorable que la oficina estuviera enel mismo hotel intalada hasta la proxima movilizacion a otro pais. España me tenia agotada.

-          ¿Trabajando hasta muy tarde? – dio un brinco del susto, fijando detrás de mi.

-          ¿Gael? – pestañee restregandome los ojos. Si, era el. - ¡¿Gael?! ¡Vaya! Que sorpresa, no puedo creerlo.

-          ¿Cómo te va linda? – sonrio apretandome contra el, en un abrazo traga vidas. – estas muy bien, te sienta Europa.

Le di un leve codazo y sonrio.

-          Me alegra mucho verte, ¿Qué haces aquí? ¿y a estas horas?.

-          Necesitaba una informacion mas, para terminar un informe, ¿esta algun ordenador disponible?

Señale a mi lado.

-          Este, si te sirve, claro.

Alzo los hombros y fue hasta el.

Estaba mas guapo que antes, la barba aunque habia crecido se veia sexy en el, se notaba con mas musculos y esos preciosos ojos, ni se diga.

Controlate... eres mujer casada. – Me reprendi a mi misma.

No voluntariamente. – Contraataco mi subconciente.

Suspire largamente cerrando los ojos para calmar esa pelea entre mi “angelito y diablito personal a mis hombros”.

-          ¿Te sientes bien? – me ojeo un largo rato y luego nego – pero que digo... si estas trabajando a estas horas debes estar muerta de cansancio. Y... ahora que te veo... – frunci los labios, aquí venia. – estas mucho mas delgada.... mucho. ¿Estas enferma?

De amor.

 

-          No... estoy sana y bien, muchas gracias por preocuparte. – el asintio.

-          Igual, sabes porque lo hago. Sea como sea no me gusta verte mal. Deberiamos pasarte por intravenosa grasa de cerdo. Aun asi apenas llegarias a tu contextura normal.

Saga Delucios 3: Magnate Atemporal (En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora