Capítulo 37: El tiempo podría ayudar.

1.7K 121 5
                                    

Ross.

¿Si me descoloco lo que me dijo Annie? Por supuesto.

¿La comprendo? Creo que sí.

Pero necesitamos una conversación más extensa que esta y por eso le pedí que fuéramos a almorzar los dos solos, a lo que ella accedió y por suerte Logan no hizo ni el más mínimo atisbo de queja por lo que íbamos hacer. Deje que Annie eligiera el lugar y ella escogió el restaurant cerca de la empresa, si bien hay varios, ella escogió el más concurrido por todas las personas de las empresas cercanas.

Aunque tiene una buena razón para haber elegido este lugar, aquí sirven todo tipo de comida.

En cuanto nos sentamos y el mesero se acerca a tomar nuestra orden, ella no se toma ni un segundo en mirar el menú, solo pide tres platos diferentes y un vaso gigante con zumo de piña, lo cual es muy extraño si considero todo lo otro que pidió. Yo me decidí por una hamburguesa completa y una soda. No dijimos mucho mientras esperábamos la comida, hablamos sobre la empresa y ella intenta saber qué es lo que tía Isabella tiene planeado para Britt, no le digo nada y es que tía Isabella fue especifica al decirnos a todos que Annie no puede enterarse de nada de esto o el plan podría venirse abajo, y ninguno de nosotros quiere eso.

Se que el plan es arriesgado y que podríamos meternos en serios problemas legales, pero estamos detallando todo para que eso no suceda, porque el único que tendrá grandes problemas será ese hijo de puta. Conseguiremos que se arrepienta, deseara no haberse topado con nuestra familia y mucho menos habernos robado, ese fue un gran error por su parte. Magnar está averiguando si su sobrino tiene algo que ver con esto y espero que así sea, porque quiero joderlo a él también por haber engañado a Annie.

–¿Entonces te volverás a ir?

–No. Solo quiero estar sola en lo que se refiere a lo sentimental.

La comida llega y espero a que el mesero se vaya para seguir hablando.

–Se que lo que te pedí no es lo que esperabas –comienza a hablar Annie –, pero es lo que necesito. El que no quiera estar contigo no significa que no podrás estar presente en la vida de Isobel, siempre que tenga un cita con el doctor podrás estar presente si así lo quieres, no te quitare eso.

–Me alegra escucharlo –digo y veo como Annie se lleva su primer bocado a la boca –, aunque no hubiera dejado que te vuelvas a ir o por lo menos no sin saber en dónde estarías. Ya no quiero estar apartado de las decisiones que tengan que ver con nuestra hija.

Annie me mira con el ceño fruncido y continuo hablando:

–Hay muchas decisiones que tomaste sin consultarme siquiera y eso me molesta –reconozco –¿Como el nombre que llevara nuestra hija?

–Pues no pensé que te molestaría –Annie no deja de comer en ningún momento –, creí que te agradaría, pero si no es así estoy abierta a sugerencias.

–No me molesta, es un nombre hermoso. Solo que hubiese querido que me consultaras primero, aunque sea por consideración.

–Lo siento, no fue mi intención que te sintieras relegado –ella me mira a los ojos y puedo ver la sinceridad en sus ojos –. Me siento emocionada con todo lo referido a Isobel y no suelo detenerme a pensar mucho, solo quiero hacer las cosas como me las imagino como con el pent-house.

Asiento y dejo la conversación hasta aquí, no quiero que se atragante mientras come y habla al mismo tiempo, desde que la comida llego no ha dejado que su mandíbula descanse ni un segundo, ni siquiera cuando estaba hablando conmigo. Ella siempre ha sido una chica de buen comer, solo que ahora parece que ese apetito se multiplico por diez y a ella no parece molestarle, aunque teniendo en cuenta lo que dijo el doctor hoy es algo absurdo.

Nunca Lo Imaginé ||Libro 3|| Trilogía Nunca ✔Where stories live. Discover now