Capítulo 39: El amor apesta.

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Varios pasos suenan por todo el lugar. Abro mis ojos con dificultad, y no puedo evitar soltar un grito al ver a alguien parado en la puerta de la habitación. Los brazos de JJ me rodean, y sus ojos están cerrados de tal manera que parece estar completamente relajado y cómodo.

—Mirian..., puedo explicarlo. —me apresuré a hablar.

—Oh, hermosa, no necesito oír explicaciones.  —sonríe, y observa la salida antes de cerrar la puerta y caminar hacia mí.

—¿Todo en orden?  —hundí mis cejas.

—Es que los chicos los están buscando a ambos. Les dije que fueron de compras.  —levanta del suelo mi camiseta. —Tu chico, y la chica de JJ, estaban muy preocupados, buscándolos.

¡Oh, santa madre! ¡Lo que pasó anoche fue...!

—Gracias. —me levanté de la cama, y me coloqué las zapatillas mientras sentía mis ojos cristalizados.

—Vi como JJ y tú se basaron en la piscina. Y, déjame decirte que esa sí es pasión, cariño. —la anciana me ayuda a acomodar mi cabello.

—Gracias..., en serio.  —tomé sus manos, y les di un apretón.

—Descuida, no diré nada sobre... todo esto. —señala con sus dedos a su nieto dormido.

—Debo irme, necesito irme de aquí antes de que... —mi respiración se entrecortó.

—Lo entiendo, no debe ser fácil para ti todo esto. Pero si me dejas decir algo, ambos parecían estar muy cómodos. No dejes que el miedo te venza, Chloe.

—Gracias. —susurré.

Salí de la habitación corriendo, y antes de poder llegar a las escaleras, choqué contra el hombro de alguien que traía una botella de agua.

—Oh, aquí estás. —Shelby acomoda su cabello, y me muestra una linda sonrisa.

—Lo siento, en verdad lo siento. —me disculpé, y continué corriendo.

Mis pies subieron a toda velocidad los escalones, y no dudé en abrir la puerta de mi habitación. Caminé hasta la cama, y me senté allí, con las manos temblandome un poco.

—¿Chloe? —una voz llama mi atención.

—Aless. —susurré al levantar mi cabeza y verlo.

Caminé hacia él, y lo cubrí en un fuerte abrazo. 

—Lo siento mucho. —apreté aún más mi agarre.

—¿Qué pasa?  —me aleja, y toma mi rostro con sus manos.

—Nada, nada. —negué, fingiendo una sonrisa.

Caminé hasta el baño cuando me separé de él, y cerré la puerta.

Solté una lágrima, que limpié de inmediato.

Me siento terrible. Me siento una maldita... zorra. Jordan tuvo acceso a algo que jamás antes hizo, ni siquiera yo misma. Ambos tenemos pareja, y son nuestros amigos. No quiero dañar a Shelby, y mucho menos a Alessandro. Ni siquiera él, que es mi novio, tuvo el permiso de tocarme más allá de por encima de la ropa.

Y Jordan me lo había advertido, que si seguíamos así, íbamos a lastimarme a todos, pero lo ignoré. Y ahora, justo ahora, me doy cuenta de que él tenía razón.

¿En qué demonios estaba pensando?

                               .[...].

Todos corrían por la casa llevando y trayendo valijas con ropa. Los vehículos estaban afuera, y agradecí mucho que Aless haya sido el que salió de la habitación a todo momento. Lo único que yo debía hacer ahora es caminar hasta el vehículo, y largarme de aquí con la esperanza de no cruzarme a JJ.

Tenemos Un Trato. [Completada]. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora