Capítulo 3: Dia de centro comercial.

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Levanté mi cuerpo del suelo, y bajé a la cocina en busca de algo para mantener mi mente ocupada. Sonreí al ver a Cheelse sentada frente a la televisión, mientras peinaba el cabello de su Barbie. Me senté a su lado y la observé con atención. Su melena rubia estaba perfectamente peinada, y ladeó su cabeza al verme.

Comienzo a mover mis manos, en su lenguaje, para que logre entenderme.

-¿Cómo va tu día? -modulo lentamente con la boca mientras acompaño con el lenguaje de señas.

Ella sonríe, y comienza a hablarme. A decirme palabras que no entendí en lo absoluto. Tragué con dificultad, y negué suavemente, intentando sonreír un poco  para no hacerla sentir mal.

Ella entendió la situación.

-*Creo que esto de intentar hablar de nuevo no es lo mío...*-explicó, moviendo sus manos.

-Descuida, vas a superarlo. -asentí.-Es muy Bonita. -señalé su muñeca rubia. -Como tú.

Me sentí terrible. Chelsea quedó sorda en un tonto accidente. Golpeó su cabeza y algo dejó de funcionar en sus sistema auditivo. Dejó de hablar un tiempo después, debido a la incomodidad que siente al hacerlo y no oír sus palabras. Intenta hablar, pero no se le entiende mucho.


Piper, mamá, Chelsea y yo, estábamos sentadas en nuestros asientos, ellas comen su carne, mientras que yo sólo me dedico a darle vueltas a la comida en mi plato. 《¿Cuantas calorías tendrá esto?...

Alejo el plato de mí y observo con atención como mamá sonríe al ver a Chelsea y a Piper, pero a mí sencillamente no me dirige ninguna mirada.

Me levanto de mi silla, y subo a mi habitación sin despedirme de nadie. . Me meto en la cama al llegar, y me cubro con las mantas hasta la cabeza.

Esto era una mierda.

                             .[...].

La reluciente luz del sol se colaba por el gran ventanal frente a mí. Me metí en la ducha y al cabo de varios minutos salgo de allí para vestirme adecuadamente.

Me subo a mi auto y comienzo a conducir directamente al instituto, en donde mis amigas me esperan, al igual que siempre, en la entrada. Ambas toman mis brazos y sonríen, animadas.

Hoy compartimos una clase: Matemática. Por fin, algo para lo que sí soy buena.

Tomamos asiento y permanecimos en silencio hasta que el profesor entra y deja su maletín marrón sobre su escritorio. Anota algunas cosas en su pizarra, y me extraña ver que JJ no está por ninguna parte diciendo alguna bobería o molestando a los demás junto a Daxter.

Y pareció como si mi mente lo hubiera llamado, porque entonces la puerta se abre y tras ella aparece la persona de la cuál les estaba hablando hace algunos segundos.

JJ entra a la clase y observa la pizarra.

-Finch, lo siento. -retrocede algunos pasos, con una sonrisa inocente.

-Jared..., como salgas corriendo te mandaré a detenc... ¡Jared Jordan, ven aquí! -grita el profesor al ver que su alumno lo ignoró antes de que pudiera terminar de decir su amenaza.

Finch suelta un suspiro y vuelve a su pizarra, renegando.

Suelto una pequeña risa al ver las idioteces que hace Jordan. Vuelvo mi atención a la pizarra, cesando mis risitas mientras escribía algo en mi cuaderno.

La clase acaba, y el resto del día transcurre tranquilo y aburrido, al igual que todos los días de mi vida.

Salgo del instituto en el momento justo cuando la campana suena indicando que nos larguemos de esta estupida cárcel sin barreras.

Tenemos Un Trato. [Completada]. Where stories live. Discover now