Capítulo 33

5.3K 634 78
                                    

-Según la sección 3b del capítulo 27 del Manual de la Comisión.-¿Enserio recuerda hasta la sección y todo? Vaya...-hay siete etapas de la psicosis de la paradoja.-Primera etapa: negación,
Segunda: picazón.-alcé una ceja al recordar donde se estaba colocando el talco anteriormente.-Tercera: sed y ganas de orinar. Cuarta: Cuantiosos gases.-Eso es... Desagradable, Dios no, va a perder el encanto.-Quinta: paranoia aguda. Sexta: sudor excesivo y séptima: ira homicida.-bueno, eso no estaba tan mal... Esperen...

¿¡QUÉ CARAJ...?!
-¿Ira homicida?.-preguntó Luther interrumpiendo mis pensamientos.
-Si.-dijo Cinco.

-Cielos, no sé si esto sea una buena idea.-dudó ahora Luther.
-Es un manotazo de ahogado. ¿Qué más podemos hacer, Luther?.-exclamó frustrado.

-Desde ahora te digo que ya te ves bastante inestable, no creo que estés en las condiciones de hacerlo.-comenté sin tener mínima idea, ¿no? Pero quería ayudar.

-Mira, necesito su ayuda para esto, ¿si? Necesito algún auxiliar.-se acercó a los dos y nos tomó de un hombro a cada uno y nos hizo mirarlo directamente.

-¿Auxiliar?.-frunció el ceño Luther.
-Si.-asintió.
-¿Cómo un compañero?.-pregunté.
-Si me pongo muy psicótico, necesito que me ayuden a concentrarme.-al decir eso me miró más a mí.-así que, pase lo que pase y diga lo que diga, debemos obtener el maletín.-nos miró y asentimos.-¿Entendido?.

-Entendido.-respondimos al unísono.

Vi a Luther y ya se estaba preparando mentalmente o algo ya que parecía que se estaba haciendo el importante.
-Por Dios, tú tranquilízate.-hice una mueca de confusión al verlo, digo, Cinco lo va a hacer el debería estar así, no él.
-Estoy tranquilo.-me respondió.
-No, no lo estás, tranquilízate.-repetí, él me volvió a responder y nos comenzamos a pelear en voz baja.

-Chicos, ¡vamos!.-nos gritó Cinco.
-Claro.-respondimos al mismo tiempo y caminamos hacia Cinco mientras nos empujábamos mutuamente.

En una de esas, Luther tomó mucha fuerza y me lanzó un poco lejos.
-Mierda.-me quejé.
-Lo siento.-hizo una mueca de sorpresa y risa mezcladas.

-¡Levántame soquete!.-exclamé molesta pero otras manos me levantaron y me colocaron sobre el hombro de esa misma persona.

-Yo te llevaré.-murmuró Cinco.
Levanté la mirada, le saqué la lengua a Luther y él me la regresó.

Que maduros, ¿no?.

-Y... ¿Eres adorable?.-le pregunté a Cinco mientras yo hacía figuras en su espalda con mi dedo.
-¿A qué te refieres?.-devolvió con un tono confuso.
-Tu otro yo, ya sabes, el que está en esta línea temporal, tu yo viejo.-respondí obvia.

-Ah, él es... Espera, ¿cómo sabes que es viejo si yo nunca mencioné eso?.-se detuvo, lo miré de reojo, ahí fue cuando caí en cuenta y rápidamente me tapé la boca.

-¡Estoy recordando!.-chillé emocionada y volví a recostarme sobre su hombro.

-Es un pequeño avance, ¿recuerdas ahora algo de nuestra niñez?.-preguntó.
Miré al cielo y sentí como Cinco volvía a reanudar su paso.

-Bueno... Oh, espera.-un vago recuerdo paso por mi mente.-recuerdo esa vez en que estábamos practicando, creo que... ¿Nuestros poderes? Si.-dudé pero luego conforme el recuerdo se iba reproduciendo en mi mente lo confirmé.-y estábamos tú y yo, juntos, abrazados.-sonreí ante tal recuerdo y pude sentir que Cinco también lo hacía.

-¿Qué más?.-me animó a seguir divagando entre mis recuerdos.
-¡Recuerdo la vez que Klaus casi me daba uno de sus dulces!.-reí.
-¿Y qué lo golpeé?.-completó Cinco.

-¡Si!.-solté un suspiro.-¡Oh, espera!.-me emocioné al sentir que otro recuerdo empezaba a pasar.-también recuerdo aquella vez que estábamos en el comedor, tú te levantaste y te revelaste contra papá.-decía emocionada.-luego yo te seguí y nos fuimos al futuro... Contra mi voluntad.-mi emoción aminoró casi completamente.-¿Tú... Me hiciste esto? ¿Por eso estoy en el cuerpo de una adolescente?.-me alejé de él un poco para verlo a la cara.

-______...-comenzó.
-No... Sólo... No.-lo interrumpí, supuse que ya lo habíamos hablado antes de perder la memoria y por eso lo dejé pasar pero sentía una gran tristeza por el mismo impacto de que estaba recuperando mis memorias.

Entonces equivaldría a que a penas acabó de enterarme de eso.

Poco a poco me volví a recostar sobre su hombro pero con el ánimo más apagado.

Mierda...

You're Not Better Than Me 2 | Número 5 y Tú Where stories live. Discover now