Capítulo 31

5.9K 682 169
                                    

-Ya me harté.-bufé y busqué algo filoso cerca, y por suerte a la vista se encontraban descansando en el mueble unas tijeras.

-No es necesario _______.-habló Cinco a mis espaldas continuando con la tarea que desde hace tiempo había comenzado.

-¿¡Qué no es necesario!?.-exclamé.-Me duelen las muñecas y los pies.-me tiré de nuevo sobre la cama.-Y tú... No sé que demonios estés haciendo.-cerré los ojos rendida.

Escuché como dio un suspiro y pude percibir que se acercó a mí ya que sentía su respiración cerca.
Abrí los ojos y ahí se encontraba.

Subí mis manos a la altura de su cara y las moví en símbolo de que me las quitara.

-Bien, pero tienes que ser buena o si no tendré que atarte de nuevo.-alzó sus cejas esperando una respuesta.
-Está bien.-rodé los ojos, él se alejó de mí rostro y se dirigió a la parte baja de la cama donde estaban mis piernas, tomó las tijeras que antes había visto en el mueble y cortó la cuerda que rodeaba mis pobres tobillos.

Iba a moverme cuando en menos de un segundo sentí sus manos en mis piernas para después jalarme hacia la orilla de la cama para acercarme a él, Cinco hizo que estirara mis brazos para después con un solo movimiento cortar la cuerda que tenía presas mis manos.

En cuanto sentí que cortó la cuerda atraje mis manos hacia mí para frotarlas un poco, ya que me había irritado la piel dejándola ligeramente rosa pero al hacer ese movimiento, Cinco atrapó mis brazos.

-Lo siento ______.-me miró a los ojos y después depositó dos suaves besos en mis muñecas.-Es sólo que... Me duele... que no me recuerdes, eso me hace sentir... Raro, perdido.-hice una mueca de incomodidad mientras lo veía decir eso cabizbajo.

Lo que me incomodaba no era él, era el hecho de no poder hacerlo, de no poder recordarlo por más que tratara, por más que forzaba a mi mente a trabajar y buscar entre los lugares más recónditos de mi mente simplemente me quedaba en blanco o había lagunas en mis recuerdos, sabía que había mucha conexión entre él y yo, lo cual me frustraba demasiado al no saber la relación que teníamos antes de que me borraran la memoria, no éramos hermanos, de eso me había dado cuenta, al menos no de sangre.

Me había percatado de eso al ver a mis otros dos supuestos hermanos, y al ver al tercero, Ben, me terminé de convencer que mi teoría era cierta, no teníamos ningún parecido físico, ni siquiera de personalidades o algo con lo cual podrían relacionarnos como familia, nada, ahí confirmé que hermanos de sangre no somos, a menos que nuestra madre o padre haya sido un vil promiscuo en sus años de juventud, aunque lo dudaba mucho, saber que no teníamos relación familiar, al menos no genética, me hizo tranquilizarme, comenzaba a pensar que estaba completamente fuera de lugar si comenzaba a atraerme mi hermano biológico, sería más raro aún.

Cinco notó algo en mi mirada, porque después sentí su mano en mi mejilla llamando mi atención, lo que me hizo mirarlo directamente a esos ojos verdes tan bonitos que podría mirar todos los días.

Cinco me dio una mirada profunda y sincera, sonrió de lado.

-Te amo.-soltó y mi corazón comenzó a alterarse como nunca antes como si mi corazón aún pudiera reconocerlo pero mi mente no.

Se acercó lentamente a mi, besó mi frente, luego ambas de mis mejillas, después mi nariz y finalmente mis labios.

¿Me creerían si les dijera que en ese momento recuperé mis recuerdos?
¿Absolutamente todos?

Sería mágico, ¿no?

You're Not Better Than Me 2 | Número 5 y Tú Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora